Inversión Corporativa, el hólding de las familias sevillanas que ha controlado Abengoa hasta la pasada junta de accionistas del 22 de noviembre que les diluyó al 1,3% y dejó la empresa en manos de bancos y fondos, han salvado también la quiebra de esta sociedad. El juez de lo Mercantil de Sevilla ha homologado el acuerdo de refinanciación de la deuda de IC y todo su hólding de empresas agrarias e inmobiliarias. En resumen, la empresa logra refinanciar el préstamo de 75,3 millones con Popular (18,8 millones), Sabadell (33,3 millones), Bankia (14,4 millones) y Unicaja (8,7 millones). Esta última entidad, con sede en Malaga, rechazó las condiciones del acuerdo pero el juez le obliga a cumplirlo ya que la mayoría de los tenedores de la deuda (las otra tres entidades) han votado a favor y representan el 88% del total.
Como parte de las negociaciones de la refinanciación, Inversion Corporativa ha vendido el 4,2% del capital que tenía en la ingeniería sevillana Ayesa. El precio ha sido de 1,7 millones de euros, lo que valora el conjunto de Ayesa en 40 millones de euros. El comprador de ese paquete no se especifica, pero lo más probable es que sea la familia Manzanares (propietaria de Ayesa) quien haya adquirido esas acciones. Con ese dinero se ha solventado una deuda de IC con la Agencia Tributaria.
Además, la refinanciación se firma a un interés del 4%, que se incrementará medio punto anual a partir del 2 de abril de 2018 si IC no ha logrado vender los terrenos de Buen Aire en Sevilla, un millón de metros cuadrados que son el principal activo de la empresa tras caer Abengoa. La empresa está tratando de pactar el plan parcial que permita el desarrollo inmobiliario de esos terrenos para su posterior venta, como ha pactado con sus bancos acreedores.
IC está presidida por Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa, y se encuentra dividida casi al 50% entre partidarios y detractores del directivo.