La actriz española Natalia de Molina, ganadora de dos premios Goya, declaró en una entrevista con Efe en Sídney que se siente inspirada por la lucha por los derechos de la mujer que lleva a cabo la estrella británica Emma Watson.
"Me encantaría parecerme la mitad y hacer la mitad de lo que está haciendo ella (Watson)", manifestó la ganadora del Premio Goya de 2017 a la mejor actriz por su trabajo en la película "Techo y Comida" (Juan Miguel del Castillo, 2015).
De Molina se encuentra en Australia invitada por el Festival de Cine Español, que se estrena hoy y que proyectará 39 cintas en siete ciudades australianas hasta mediados de mayo.
La estrella señaló que la intérprete que dio vida a Hermione Granger en la serie cinematográfica de Harry Potter "es un gran referente como actriz joven porque está luchando por los derechos de la mujer y el feminismo".
Watson y De Molina nacieron en el mismo año, 1990, la primera, el 15 de abril y la segunda, el 19 de diciembre.
La española contó que la británica logró introducir cambios a la versión de "La bella y la bestia" estrenada por Disney este año para que su personaje, Bella, no fuese una mujer pasiva, sino una joven instruida, capaz de argumentar sus opiniones y cuyo amor brota de la amistad y el compañerismo, no del flechazo a primera vista.
La también ganadora del Premio Goya a mejor actriz revelación de 2014 por su interpretación en "Vivir es fácil con los ojos cerrados" (David Trueba, 2013) admite con una sencillez extrema que aún no tiene el poder de introducir cambios en una película, pero sí el de rechazar filmes.
A los "proyectos que considero que no aportan nada y lo que hacen es aumentar todo el machismo imperante en el mundo, digo que no me apetece participar, porque tampoco me voy a sentir cómoda", explica.
Esa motivación la ha llevado a interpretar filmes con "bastante carga social", como hizo en "Techo y comida", al transformarse en Rocío, una mujer que lucha por pagar el alquiler y criar a su hijo de diez años.
La misma motivación la llevó a trabajar en la producción televisiva "La luz de Elna" (Silvia Quer, 2017), basada en la vida de la maestra suiza Elisabeth Eidenbenz, fundadora de la Maternidad de Elna, sociedad que acogió a mujeres refugiadas embarazadas tras la guerra civil española y durante la Segunda Guerra Mundial.
"Como artista me gusta estar conectada con la realidad, con lo que pasa en mi país y enfrentarme a personajes como éstos, mujeres fuertes" en una industria en que los personajes femeninos son generalmente complementos del masculino, comenta De Molina.
De este modo puede "ponerle voz a mucha gente a la que se la quitan", añade la actriz.
De la industria cinematográfica, y en particular de la española, le gustaría cambiar en el olvido en el que caen las historias de mujeres y la tendencia a relegar las actrices mayores de 40 o 45 años a papeles de abuelas.
"Es como si no existieran en el cine las mujeres en general, pero ya a esa edad da miedo (...) el cine está tan monopolizado por la visión masculina, debe haber un poco más de realidad porque el cine es un espejo y, si se está ocultando una parte de la realidad, que es la de las mujeres, algo no esta funcionando", lamentó.
"El arte no puede tener fecha de caducidad, ni para las actrices ni para los actores ni para nadie", insistió De Molina, quien reveló que no tiene miedo a envejecer y espera poder tener la capacidad de seguir contribuyendo con su trabajo a la cultura por muchos años.
La actriz confesó atravesar una época "muy dulce" gracias a su relación sentimental con Jesús Amores, confirmó que acaba de terminar de rodar "Quién te cantará" (Carlos Vermut) y adelantó que entre sus proyectos de este año figura participar en una película de terror que se grabará en Argentina.
El Festival de Cine Español proyectará "Kiki, el amor se hace" (Paco León, 2016), en donde encarna al personaje de Natalia.
De Molina no descarta que este festival le sirva como puerta de entrada al mercado anglosajón, aunque ya se siente afortunada de trabajar en su profesión "tal y como van las cosas en España".