Las asociaciones ecologistas Agaden y Kimba creen que Cádiz "está a la cola en materia de protección animal en España", a pesar de la ordenanza municipal que ha provocado que la hermandad del Rocío haya decidido no salir en la procesión magna por utilizar mulos.
En un comunicado, Agaden y Kimba afirman que, al contrario que han hecho otros ayuntamientos como Barcelona o Villena (Alicante), el de Cádiz, gobernado por Podemos y Ganar Cádiz, "apenas ha recogido las aportaciones ecologistas y se ha quedado en una ordenanza que parece más de los años 40".
"Han perdido una oportunidad única para ser pioneras", denuncia el comunicado, que cita algunos ejemplos como "la nula regulación de las especies exóticas, la no prohibición de los circos con animales u otros festejos donde implique el uso de los mismos; o lo más básico como es recoger en el objeto de dicha ordenanza, regular la protección, tenencia, defensa y venta de animales domésticos, de compañía y los considerados potencialmente peligrosos".
La ordenanza, recién aprobada y que deroga la de 2002, recoge la lista de prohibiciones que han afectado a la hermandad del Rocío, y dice en su artículo cinco: "El Ayuntamiento de Cádiz, en su programación, no incluirá cabalgatas, espectáculos públicos o circos con animales en la ciudad, ni colaborará ni subvencionará la celebración de este tipo de espectáculos".
La ordenanza no prohíbe usar mulos, pero sí impide que el Ayuntamiento pudiese aportar las ayudas públicas para que la procesión magna se realice, en caso de que los animales desfilasen, de ahí la decisión de la hermandad del Rocío de no participar.
Pero, para los ecologistas, este punto y otro en el que se prohíben los circos con animales, "si ello supone sufrimiento, dolor y objeto de tratamiento antinatural", es "insuficiente".
"Más sorprendente es la continuidad de la prohibición de la alimentación a los animales en la calle, o el no reconocimiento de la figura de colonia de gato o el de cuidador", lamentan.