'Hits’ es un espectáculo que deja al espectador lleno de sosiego, de serenidad, con una sonrisa en el rostro, pese a que en la superficie se trata de una función trepidante, llena de gestos y movimiento, que no ofrece respiro: En definitiva una obra característica de Tricicle, el histórico grupo teatral que el pasado uno de noviembre cumplió 40 años sobre las tablas. ‘Hits’ consiste en una antología de los mejores sketchs de este colectivo, integrado por Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans, que se representa en el Teatro de la Luz Gran Vía de Madrid. Es humor/humor, ese que conduce a la sonrisa casi permanente, no a la carcajada. Es talento en estado puro.
Tricicle ha hecho siempre un teatro gestual, casi sin palabras, en el que no se nota el impresionante trabajo de autor que hay detrás de cada gag. El tiempo ha pasado sobre los tres intérpretes, que de todos modos están en plena forma física, a plenitud, pero no ha pasado sobre sus sketchs. ‘Hits’ está lleno de frescura, de actualidad -valga la expresión-, porque cada gag se concibió con la meditada urgencia de lo destinado a convertirse en perenne con la que en su día trabajaron Buster Keaton o Billy Wilder, dos artistas en los que en sus inicios se inspiró Tricicle para construir sus espectáculos.
Hay un sketch, en este caso más próximo al mimo que al teatro, que ya tiene 36 años de vida: Ese en el que los tres actores se mueven al compás de la canción ‘Soy un truhán soy un señor’, de Julio Iglesias. El público lo acompaña entre palmas y, en algún caso, imitando el gesto de alguno de los intérpretes. Tricicle, en gran medida, ha extraído el humor de la observación de la vida. Ha convertido en sublime lo cotidiano. Como se observa en el sketch de los tres personajes que se encuentran en la sala de espera del dentista. Y Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans, realizan todo un ejercicio corporal en el gag del aeropuerto. ‘Hits’ es un espectáculo lleno de humor, de precisión, y de música. De música interior. Sensacional Tricicle. Como ha dicho Paco Mir: “Con nosotros la gente se ríe durante la función, pero también se ríe después, al recordarla”.