Acuden a la consulta porque sus hijos pasan 8 horas con el ratón
Una de cada cuatro personas sufre trastornos relacionados con las nuevas adicciones
Los adolescentes adictos a internet suelen ser impulsivos y con baja autoestima
El problema se suele subestimar pero el sedentarismo conlleva sobrepeso
Los adolescentes están en peligro y es que “los padres de hoy en día aún no son conscientes del problema que puede suponer para sus hijos un uso indebido de las nuevas tecnologías”. Por ello, “acuden a consulta para intentar resarcir algunas conductas que encuentran anómalas en sus vástagos sin darle la importancia adecuada al hecho de que su hijo se siente ante el ordenador, normalmente para chatear o jugar en red, unas 4-5 horas los días laborables y de 7-8 en adelante los fines de semanas y festivos”. De este modo lo explica el coordinador del Centro Profesional de Ayuda Psicológica Educa Jerez, Juan Manuel Bermúdez, quien incide en que “el grupo de mayor riesgo es el de siempre cuando hablamos de adicciones”.
Según el propio Bermúdez “son chavales con ciertas características comunes como por ejemplo la impulsividad, el gusto por buscar emociones fuertes y la baja autoestima”.
Según este especialista, los riesgos más llamativos que pueden sufrir los adolescentes jerezanos si abusan de determinadas nuevas tecnologías, concretamente un abuso de internet, son aislamiento social así como vivir bajo una identidad ficticia. “Añadiría un problema que se suele subestimar pero que en breve colmará la atención de los servicios sanitarios, si no los colma ya: la obesidad debida al sedentarismo”.
Aunque actualmente no existen estudios locales que sean concluyentes sobre este tema, Juan Manuel Bermúdez recuerda que la Organización Mundial de Salud (OMS) señala que una de cada cuatro personas en el mundo sufre trastornos de conducta relacionados con las llamadas nuevas adicciones.
el ocio como objetivo
Otras fuentes incluso apuntan a que entre un 5 y un 10% de los cibernautas puede haber desarrollado una adicción de esta índole pero uno de los estudios más certeros son los realizados por la Universidad Complutense de Madrid que detalla que los menores utilizan internet de forma regular y constante, siendo el tiempo de conexión moderado. De hecho, el 65% de los menores se conecta menos de 5 horas a la semana.
Según este trabajo, el 66% de los jóvenes usa internet como herramienta de ocio, dejando en un segundo plano su amplia oferta informativa. Así, el 11% de los chicos y chicas que se conectan, está desarrollando características propias del Desorden de Adicción a Internet.
Al respecto, la directora y psicóloga de ISEP Clinic Jerez, Aurora Linares, explica que “lo más usual es el abuso pero llegar a la adicción también es posible”. Y, si se trata adecuadamente, “por supuesto, que se cura”. Aún así, para esta experta es esencial la prevención, por lo que “los padres no deben dejar que los niños utilicen internet más de dos horas diarias. Hay que tratar de entender y usar internet con ellos, se debe controlar su uso, y tener programas que bloqueen contenidos peligrosos”. Por otro lado, Linares considera que en Jerez sí “hay muchos padres que desde la Escuela de Padres y Madres se interesan por trabajar estos temas, porque evidentemente ellos tienen mucho que hacer y decir. Poner unas normas, llevarlas a la práctica, negociar, son pautas que entran dentro del estilo educativo democrático y que en el caso del tiempo de ocio dedicado a las nuevas tecnologías se deben manejar”.
Para Linares, “el principal peligro que nos podemos encontrar es el abuso y en el caso más extremo la adicción, porque interfiere en la vida cotidiana, en los estudios y en las relaciones sociales y familiares. Los profesionales tenemos en cuenta una serie de criterios para saber si estamos ante este problema: que el chico/a sienta gran satisfacción y euforia cuando está frente al ordenador; que piense en internet cuando está haciendo otras cosas; que mienta sobre el tiempo real que dedica a internet; que descuide su vida familiar, estudios, etc; que esté inquieto o angustiado si no se encuentra conectado, que intente dejar de navegar y no lo pueda conseguir,...
Además, existen otras características importantes que hay que observar como son la privación de sueño, es decir, que se quede hasta altas horas chateando o enganchado a internet; la extrema irritabilidad si se le interrumpe, o se le niega el acceso; el abandono de sus aficiones, relaciones y obligaciones; la incapacidad de controlar el uso de la red o el descuido de la propia salud, en relación al apetito, horas de sueño, etc. Otros peligros importantes son el aislamiento, las expectativas falsas en cuanto a las relaciones virtuales, y el acceso a imágenes pornográficas, racistas o violentas.
las redes sociales
¿Las redes sociales - que tanto están de moda- benefician o perjudican? Linares explica al respecto que “esto dependerá del uso que se le dé. Por un lado, se pueden establecer relaciones de amistad e incluso más sinceras porque se atreven a decir por escrito aquello que a la cara puede dar vergüenza, y además comenzar incluso nuevas aficiones, lo cual es bastante positivo. Sin embargo, por otro, ojo con lo virtual porque no se sabe quién puede estar detrás o porque puede convertirse en el único sitio en el que el chico se sienta bien y eso es muy peligroso”.
En cuanto a la edad más idónea para utilizar internet hay disparidad de opiniones entre los dos expertos consultados. Por un lado, Bermúdez considera que son los padres los que “no creo adecuado marcar una edad determinada para hacer un uso equilibrado de estas nuevas tecnología”, consideran que son los padres “los que sabrán si sus hijos son lo suficientemente responsables como para hacer un uso adecuado de estas tecnologías”. Por otro, Linares apunta que internet se puede utilizar incluso antes de los 16 años, ya que “es el futuro y no debemos resistirnos a él. Eso sí, los padres deben controlar las horas dedicadas, los sitios visitados, y en el caso de los más pequeños, no dejar que naveguen solos”.
Según el propio Bermúdez “son chavales con ciertas características comunes como por ejemplo la impulsividad, el gusto por buscar emociones fuertes y la baja autoestima”.
Según este especialista, los riesgos más llamativos que pueden sufrir los adolescentes jerezanos si abusan de determinadas nuevas tecnologías, concretamente un abuso de internet, son aislamiento social así como vivir bajo una identidad ficticia. “Añadiría un problema que se suele subestimar pero que en breve colmará la atención de los servicios sanitarios, si no los colma ya: la obesidad debida al sedentarismo”.
Aunque actualmente no existen estudios locales que sean concluyentes sobre este tema, Juan Manuel Bermúdez recuerda que la Organización Mundial de Salud (OMS) señala que una de cada cuatro personas en el mundo sufre trastornos de conducta relacionados con las llamadas nuevas adicciones.
el ocio como objetivo
Otras fuentes incluso apuntan a que entre un 5 y un 10% de los cibernautas puede haber desarrollado una adicción de esta índole pero uno de los estudios más certeros son los realizados por la Universidad Complutense de Madrid que detalla que los menores utilizan internet de forma regular y constante, siendo el tiempo de conexión moderado. De hecho, el 65% de los menores se conecta menos de 5 horas a la semana.
Según este trabajo, el 66% de los jóvenes usa internet como herramienta de ocio, dejando en un segundo plano su amplia oferta informativa. Así, el 11% de los chicos y chicas que se conectan, está desarrollando características propias del Desorden de Adicción a Internet.
Al respecto, la directora y psicóloga de ISEP Clinic Jerez, Aurora Linares, explica que “lo más usual es el abuso pero llegar a la adicción también es posible”. Y, si se trata adecuadamente, “por supuesto, que se cura”. Aún así, para esta experta es esencial la prevención, por lo que “los padres no deben dejar que los niños utilicen internet más de dos horas diarias. Hay que tratar de entender y usar internet con ellos, se debe controlar su uso, y tener programas que bloqueen contenidos peligrosos”. Por otro lado, Linares considera que en Jerez sí “hay muchos padres que desde la Escuela de Padres y Madres se interesan por trabajar estos temas, porque evidentemente ellos tienen mucho que hacer y decir. Poner unas normas, llevarlas a la práctica, negociar, son pautas que entran dentro del estilo educativo democrático y que en el caso del tiempo de ocio dedicado a las nuevas tecnologías se deben manejar”.
Para Linares, “el principal peligro que nos podemos encontrar es el abuso y en el caso más extremo la adicción, porque interfiere en la vida cotidiana, en los estudios y en las relaciones sociales y familiares. Los profesionales tenemos en cuenta una serie de criterios para saber si estamos ante este problema: que el chico/a sienta gran satisfacción y euforia cuando está frente al ordenador; que piense en internet cuando está haciendo otras cosas; que mienta sobre el tiempo real que dedica a internet; que descuide su vida familiar, estudios, etc; que esté inquieto o angustiado si no se encuentra conectado, que intente dejar de navegar y no lo pueda conseguir,...
Además, existen otras características importantes que hay que observar como son la privación de sueño, es decir, que se quede hasta altas horas chateando o enganchado a internet; la extrema irritabilidad si se le interrumpe, o se le niega el acceso; el abandono de sus aficiones, relaciones y obligaciones; la incapacidad de controlar el uso de la red o el descuido de la propia salud, en relación al apetito, horas de sueño, etc. Otros peligros importantes son el aislamiento, las expectativas falsas en cuanto a las relaciones virtuales, y el acceso a imágenes pornográficas, racistas o violentas.
las redes sociales
¿Las redes sociales - que tanto están de moda- benefician o perjudican? Linares explica al respecto que “esto dependerá del uso que se le dé. Por un lado, se pueden establecer relaciones de amistad e incluso más sinceras porque se atreven a decir por escrito aquello que a la cara puede dar vergüenza, y además comenzar incluso nuevas aficiones, lo cual es bastante positivo. Sin embargo, por otro, ojo con lo virtual porque no se sabe quién puede estar detrás o porque puede convertirse en el único sitio en el que el chico se sienta bien y eso es muy peligroso”.
En cuanto a la edad más idónea para utilizar internet hay disparidad de opiniones entre los dos expertos consultados. Por un lado, Bermúdez considera que son los padres los que “no creo adecuado marcar una edad determinada para hacer un uso equilibrado de estas nuevas tecnología”, consideran que son los padres “los que sabrán si sus hijos son lo suficientemente responsables como para hacer un uso adecuado de estas tecnologías”. Por otro, Linares apunta que internet se puede utilizar incluso antes de los 16 años, ya que “es el futuro y no debemos resistirnos a él. Eso sí, los padres deben controlar las horas dedicadas, los sitios visitados, y en el caso de los más pequeños, no dejar que naveguen solos”.
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