Las investigaciones arqueológicas han puesto al descubierto que el Cabo de Trafalgar de Cádiz acogió una de las más importantes villas romanas de todo el litoral andaluz, oculta durante dos mil años entre las dunas de esta costa y pisadas por los miles de turistas que disfrutan de sus playas.
Las investigaciones arqueológicas han puesto al descubierto que el Cabo de Trafalgar de Cádiz acogió una de las más importantes villas romanas de todo el litoral andaluz, oculta durante dos mil años entre las dunas de esta costa y pisadas por los miles de turistas que disfrutan de sus playasLa pasada primavera, los arqueólogos descubrieron en esta zona unas termas romanas en un estado excepcional de conservación, con una estructura de casi cuatro metros de altura.
Muy cerca del Faro de Trafalgar, a unos 500 metros del lugar en el que emergieron las termas, fue descubierta una tumba megalítica, en el interior de una cueva artificial. Estaba intacta, con restos humanos y ajuares, y había pasado desapercibida a los ojos de los miles y miles de turistas que pasean por este rincón.
Una tercera fase de trabajos que se han realizado en los últimos meses de 2021, dirigidos por el catedrático de la Universidad de Cádiz Darío Bernal, ha sacado a la luz ahora nuevos hallazgos que permiten afirmar que la superficie de la villa romana que se asentó en esta zona triplica la extensión de los hallazgos conocidos hasta ahora. Los hallazgos son, según Darío Bernal, "del máximo interés" y tienen "un excelente estado de conservación"
Entre ellos hay trece piletas de salazones romanas, con sus alzados completos (de entre 1,5 y 2 metros de profundidad de media), con remates de coronación íntegros, totalmente revestidos de hormigón hidráulico (opus signinum).
"Estos nuevos hallazgos convierten a la villa romana del Cabo Trafalgar en una de las más importantes de todo el litoral andaluz, y la única conocida en toda la antigua provincia romana de la Baetica en la cual conviven las actividades de acuicultura y de producción de garum y salazones de pescado", explican los investigadores de este yacimniento
También se han descubierto dos edificios romanos en el entorno del complejo termal, totalmente desconocidos previamente: el primero de ellos, con una superficie de unos 150 m2, se relaciona con la industria pesquero-conservera, y está dotado de tres ambientes: un pasillo en forma de L al aire libre; una zona con 3 piletas de salazones; y una habitación para la limpieza y despiece del pescado, dotado de una gran mesa longitudinal, de unos ocho metros de longitud con forrado superior de sillería, muy similar a la conocida de las fábricas de Cotta en la Mauretania Tingitana (entorno del actual Tánger), y única en su género en toda la península ibérica.
Se ha documentado también la puerta y una escalera de acceso a un segundo edificio, que será excavado en el futuro, y cuyos paramentos presentan dos metros aproximadamente de alzado conservado.
Los hallazgos arqueológicos han demostrado que la villa romana en la zona no se abandonó en momentos avanzados del siglo I después de Cristo, como se pensaba hasta ahora, si no que su vida, y su industria pesquera, se extendió hasta finales del siglo IV o inicios del V después de Cristo.
La ocupación se trasladó desde el entorno del Faro de Trafalgar, en el que hace años fueron halladas otras piletas, a la playa de los Caños de Meca, con instalaciones como las termas que estuvieron en funcionamiento hasta poco antes del paso de los vándalos con Genserico por el estrecho de Gibraltar en el año 429 de la era.
Entre los edificios pesqueros se han recuperado restos de ostras y de mejillones, posiblemente algunas de las especies que fueron objeto de cría y engorde en los viveros romanos de la villa.
El proyecto de investigación “ARQUEOSTRA”, dirigido por Darío Bernal, continuará sacando a la luz el sorprendente pasado que emerge en la zona del Faro de Trafalgar, en trabajos de campo interdisciplinares en los que la Universidad de Cádiz ha contado con la colaboración de entidades como la Universidad de Estrasburgo y Centre National de la Recherche Scientifique; y la universidad alemana de Marburgo.
A lo largo de 2022 habrá otras actuaciones de investigación, conservación y puesta en valor "con el objetivo final de que a medio plazo este importante y multi-secuenciado yacimiento gaditano pueda ser disfrutado por la ciudadanía, y convertirse en seña de identidad patrimonial de estos paradisíacos paisajes costeros gaditanos".
Los trabajos incluyen el entorno de la necrópolis megalítica de la Edad del Bronce descubierta en las inmediaciones del Faro para tratar de verificar la existencia de otras sepulturas prehistóricas y analizar los restos de los ocho individuos que se han hallado hasta el momento, y de sus ajuares