Buenas Jesús, vemos que vuelves a la música, ¿cómo te sientes al regresar a este mundo?
Siento una mezcla de ilusión y nerviosismo. Después de tanto tiempo sin lanzar música, hay mucha incertidumbre y dudas sobre si estaré a la altura de las expectativas, tanto las de los demás como las mías propias. Pero voy sin expectativas de éxito y eso me hace muy feliz de volver a dar este paso. Esto es solo el comienzo. Además, esta vez, es diferente, ahora produzco también mis propias canciones.
¿Qué te motivó a dar este paso de producir tus propias canciones?
Hay varios factores que me motivaron a producir mis propias canciones. Uno de ellos es el económico, ya que la producción musical es costosa y los ingresos que genera son bajos. Ante la falta de presupuesto, la creatividad y el ingenio se agudizan. Además, siempre me ha llamado la atención el mundo de la producción. Al escuchar una canción, no puedo dejar de analizarla y de desengranar cada mínimo detalle, y eso me apasiona. También al producir me acerco mucho más a un sonido propio, ya que cada productor tiene su sello distintivo.
¿Cómo fue el proceso de convertirte en productor?
El proceso ha sido intenso, con mucho esfuerzo, dedicación y mucho sudor y lagrimas. Cuanto más aprendo, más consciente soy de lo mucho que me falta por saber, y esa sed de conocimiento parece no saciarse nunca. Pero en algún momento tenía que empezar, y no hay mejor manera de aprender que probando mis canciones y mostrándolas al público.
¿Qué ha hecho Jesús durante estos tres años de parón?
He pasado mucho tiempo reflexionando, cayéndome y volviéndome a levantar una y mil veces. En el ámbito personal, ha sido un proceso de autodescubrimiento constante. Profesionalmente, no he dejado de estudiar y aprender. He seguido con mis estudios de guitarra, piano y composición, siempre enfocado en la producción. Ha sido un proceso de ensayo y error.
También, he estado haciendo conciertos en los locales donde he actuado toda mi vida. Volver a mis raíces me ha ayudado a conectar mucho más conmigo mismo que cualquier cantidad de sesiones con un psicólogo.
¿Hubo algún momento en el que dudaste si volverías a la música?
Sí, hubo momentos de duda, como cualquier artista, especialmente cuando ves lo duro que es esta profesión y lo difícil que es mantener una estabilidad en todos los sentidos (sentimental, profesional, económica, motivacional, etc.). Pero, realmente, nunca podría dejar de lado lo que me hace sentir vivo, lo que me da alas para volar y me hace sentir libre. Esa idea se disipa rápidamente, y cuando la tengo, sé que es imposible y la elimino de mi mente.
Pasar de vivir en Madrid a Barbate fue un gran cambio, ¿cómo ha influido esto?
Fue uno de los mayores cambios y momentos de mayor bajón en mi vida. Sentí que estaba en caída libre sin tocar tierra. Pasar de vivir solo a tener que volver a casa de mis padres con "el rabo entre las piernas" no fue fácil. Aunque mi bajón empezó en Madrid, donde me sentí muy solo en una ciudad tan grande y con mi gente lejos, regresar a Barbate me ayudó a reconectarme conmigo mismo. Mi familia y amigos me ayudaron a volver a pisar el suelo y a ser la persona que siempre he sido, no el personaje. Barbate ha sido mi terapia y me ha hecho ser quien soy hoy.
Desde que volví de Madrid, he estado viviendo entre Barbate y Sevilla, pero en septiembre de 2023 regresé a Madrid con un enfoque más serio. Decidí ponerme en serio con la producción musical y me junté con un colega que me ayudó a llevar a cabo este proyecto.
Cuéntanos sobre las canciones que tienes preparadas…
Hay de todo, pero siempre la cabra tira pa el monte jajaja. La verdad que en este tiempo he podido investigar estilos que se alejan de mi y que los he podido acercar a mi musica. Toco diversos temas en mis canciones, algunas son para reflexionar, otras son críticas, algunas son para bailar, y, por supuesto, no pueden faltar las que tratan sobre el amor y el desamor.
En cuanto al estilo, hay canciones más sureñas, flamenquitas, otras más latinas, pop, funk e incluso rock. Sin embargo, en el sonido de la producción es donde veremos más similitudes entre ellas.
¿Reflejarán tus canciones experiencias personales?
Siempre. Me cuesta mucho escribir desde la perspectiva de alguien que no sea yo. Aunque he intentado escribir sobre experiencias ajenas, aún no he alcanzado ese nivel de genialidad, es una asignatura pendiente.
Soy una persona abierta y no tengo problemas en contar lo que me pasa, y eso se refleja en mis canciones. Además, creo que es una excelente forma de que la gente me conozca mejor.
¿Qué diferencias crees que notarán tus fans entre tu música anterior y este nuevo proyecto?
Hay muchas diferencias, aunque sigo siendo yo. En mis canciones anteriores, tanto la producción como la composición tenían un estilo más clásico y analógico. Me encanta que haya instrumentos reales en mis canciones, pero también he querido desaprender esto para acercarme a un sonido más actual y moderno.
Como dice mi padre, en el término medio está la virtud. No voy a hacer electrónica, pero sí me he acercado a este estilo para ver cómo funciona y fusionarlo con mi música.
¿Cómo ha sido el proceso de componer y producir tus propias canciones en comparación con trabajar con otros productores?
Un dolor de cabeza jajaja pero por suerte tengo un gran amigo que me animó a sacar adelante este proyecto y ahora trabaja codo a codo conmigo. Antes, simplemente grababa mi voz en el estudio y me desentendía de la producción. Ahora, he tenido que estructurar toda la canción, grabar guitarras, bajos, sintetizadores, etc. Lo más difícil ha sido encontrar el sonido que quiero.
Mi amigo Azahar se encargaba inicialmente de la mezcla y el master, pero también ha contribuido mucho en la producción, especialmente en la parte electrónica. Hacemos un buen equipo: yo grabo lo orgánico y él se encarga de la parte más virtual.
¿Qué esperas lograr con este nuevo proyecto?
Quiero que, al escuchar una canción, la gente pueda decir: "Esta es de Jesús". Ese es mi objetivo a largo plazo y en general para mi carrera: encontrar un sonido que me defina, y siento que estoy cerca de lograrlo. Aunque soy muy cambiante, seguro que en unos años volveré a reinventarme. Es muy aburrido hacer siempre lo mismo.
Has mencionado que has estudiado mucho el sonido que querías. ¿Cuáles fueron tus principales influencias o referencias durante este proceso de estudio?
Me he centrado en salir de mi zona de confort y estar receptivo a todo tipo de música, especialmente producciones modernas. Una de las primeras cosas que noté es que ya no se graban baterías, algo que me encanta de los beats de los años 2000. Darle importancia al beat y al bajo ha sido una de mis principales influencias. Los sintetizadores, con los que puedes diseñar cualquier sonido con un simple teclado midi, también me han abierto un mundo de posibilidades, al igual que los efectos (pads, leads, etc.). Entre mis influencias destacan productores como Paco Salazar, Charlie Puth, los últimos discos de Manuel Carrasco y La Pastori, así como artistas como Nathy Peluso y Trueno. Lo último de La Plazuela también es buenísimo.
¿Qué consejo le darías a tu yo de hace tres años?
Le diría que las prisas no son buenas consejeras y que el arte necesita tiempo, estudio y reflexión. Sin embargo, también le agradecería haber pasado por esas dificultades, porque solo hay una manera de avanzar en la vida y es pasando por el fango. Sólo así nace el ímpetu de levantarse y limpiarse las botas.
Dicen que ningún mar en calma hizo experto a un marinero...
Y por último, ¿qué consejo le darías a otros artistas que están pasando por una situación similar de pausa o reestructuración en su carrera musical?
Les diría que confíen en el proceso. No es fácil y a veces parece eterno, y la frustración es parte de ello. Tirar la toalla es lo más fácil, pero no es una opción. Paciencia y constancia son claves. Como dice el maestro Jorge Drexler: tinta y tiempo.