La actuación se centrará en ciertas vías rurales de la comarca Norte de Málaga, donde existe una gran afición al ciclismo, especialmente en las poblaciones de Mollina, Fuente de Piedra, Humilladero y Antequera, que en conjunto agrupan a unos 150 afiliados en diferentes clubes ciclistas de la zona.
“Las instalaciones deportivas de los ciclistas son nuestras carreteras y caminos, y si no apostamos por este deporte seguirá siendo una actividad minoritaria, a la vez que peligrosa, pues en definitiva los más perjudicados de la calzada son ellos”, dijo la responsable de Obras Públicas en Málaga, Lola Fernández.
La actuación de la Consejería de Obras Públicas se dividirá en dos vertientes, ya que además de transformar o adaptar carriles de titularidad autonómica a sendas para bicicletas, también procederán a señalizar el tránsito habitual de los ciclistas por ciertas carreteras que se plantean como “el único paso con el que cuentan los deportistas para realizar sus rutas”.
La primera actuación que se llevará a cabo consiste en la conversión en senda para bicis de unos cuatro kilómetros de la MA-712, con un presupuesto de 200.000 euros.