La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Mercedes Colombo, ha asistido en la mañana del miércoles al acto en el que Pedro Gil García ha donado una maqueta de elaboración propia, que representa el inmueble del Balneario Nuestra Señora de la Palma y el Real, situado en la playa de la Caleta en Cádiz, edificio que alberga actualmente la sede del Centro de Arqueología Subacuática (CAS). Pedro Gil ha hecho entrega de dicha maqueta a la delegada, que la ha recogido en representación del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. Colombo ha estado acompañada del autor de la obra, del director del IAPH, Juan José Primo y de la directora del CAS, Milagros Alzaga.
Mercedes Colombo ha mostrado su agradecimiento a Pedro Gil, subrayando que “es un honor poder contar con personas como él que ha dedicado tanto tiempo y esfuerzo a esta maqueta, que ahora va a formar parte del patrimonio del Centro de Arqueología Subacuática, donde todas las personas que trabajan allí, que investigan, así como los visitantes podrán disfrutar de ella”.
La maqueta, que será depositada en el CAS, tiene unas dimensiones de 75 cm de ancho y 50 cm de fondo y está construida con madera, corcho blanco, escayola, arena (de la propia playa de La Caleta), silicona y pintura acrílica. Está montada sobre una plataforma de madera y corcho blanco y tiene una tapa, a modo de urna, para evitar tanto su deterioro como la acumulación de suciedad.
Pedro Gíl ha manifestado que “aunque sería muy difícil cuantificar el tiempo que le he dedicado a su construcción, sí puedo hacer un cálculo aproximado, estimo que habrán rondado a las mil horas, repartidas en los dos años que tardé en terminarla (2016-2018)”.
Para Gil la mayor dificultad con la que tuvo que enfrentarse “fue la imposibilidad de encontrar unos planos en los que se reflejaran todas las estructuras y medidas de todos los paramentos. Ante esa dificultar decidí hacerlo a la antigua usanza. Hacer decenas de fotografías desde todos los ángulos y una vez impresas, tomar medidas con un compás y poder así calcular una escala lo más cercana posible a la realidad”.
El autor de la maqueta donada continúa relatando que “una vez sacados todos los cálculos ya pude empezar a cortar, moldear y esculpir todas las piezas necesarias y poder así ir solventando todos los problemas”.