El Miércoles Santo se vivió en Cádiz con calma, con la caída de la palma a San Juan de la Hermandad de las Aguas a consecuencia del viento como incidencia más reseñable, y cumpliendo los horarios por parte de las cuatro hermandades de la jornada. Sentencia, Luz y Aguas, Cigarreras y Las Angustias del Caminito, se encargaron de dar vida a un Miércoles Santo, que se vivió con una gran cantidad de público, como víspera de festivo que era. Esa alegría y esas ganas de salir a la calle, se notó especialmente en plazas como la de Catedral o Candelaria, a determinadas horas de la media noche.
La Sentencia
La salida de Sentencia abrió la jornada aglutinando en el barrio de Santa María a un número importante de personas; vecinos, forasteros, cofrades e incluso curiosos que asistían con emoción, a la salida del primero de los pasos. Una maniobra que se producía con más arte que otra cosa, pues las dimensiones de la puerta son mínimas para dar salida a uno de los pasos más colosales de nuestra Semana Santa. Los hermanos consiliarios tuvieron que retirar los respiraderos laterales ya que la dimensión del paso sobrepasaba las de la puerta. Eran las 16:40 horas cuando el paso del Señor de la Sentencia asomaba a la estrecha calle de la Merced. Sonó la marcha real y hubo una explosión de aplausos y vítores por parte del respetable. Mientras los miembros de la cofradía volvían a colocar los respiraderos retirados, sonó la primera saeta de la jornada. Era Carmen Olmedo, hermana de la hermandad, la que cumplía con el rito de cada año.
Al término de ésta, la Banda de CCTT Jesús Nazareno de Huelva, comenzó a engarzar una marcha detrás de otra y el barco dorado comenzó a transitar por las calles de manera valiente, bajo las órdenes de su capataz, Francisco Gallardo.
La virgen, mucho más dulce y recatada, hizo una bajada, tanto de la calle Merced, como posteriormente por la Plaza de las Canastas, con un mecido lento, salvando los balcones y con un repertorio musical por parte de la Banda de Música de Pedro Álvarez Hidalgo de lo más solemne. La cofradía estrenaba para la ocasión el sobre techo de palio, quince nuevos hábitos, restauración de pértigas y horquillas, así como la marcha “Sentencia en las Canastas” de Manuel J. Guerrero.
Luz y Agua
Una de las novedades de la jornada la marcó la hermandad de las Aguas, que pasó a segundo lugar en el orden de salida con respecto al pasado año. Eran las 16:15 horas cuando la cofradía de los tres pasos, ponía su cruz de guía en la plaza de Fray Félix. Hubo momentos muy emotivos en el interior de Santa Cruz en los momentos de la salida, pues se le dedicó una oración muy sentida al ex hermano mayor, Jose Manuel Silva, recientmente fallecido. En el cortejo pudo notarse un aumento considerable de hermanos de fila, especialmente en los que acompañaban al Cristo, algo menos en el cortejo de San Juan Evangelista y en el de la Virgen de la Luz. La corporación de “los Smaes” transitó por Jesús de Medinaceli, Stmo. Cristo del Perdón, Campo del Sur (Dcha.), Arquitecto Acero, Catedral, Cobos, Cristóbal
Colón, Nueva, San Juan de Dios, Pelota, Catedral, S.I.C., Arquitecto Acero, Catedral, Compañía, Santago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Barrié (Dcha.), Valverde, Beato Diego, San Francisco (Dcha.), San Agustín, San Francisco, Nueva, San Juan de Dios, Pomponio Mela, San Antonio Abad, Posadilla, San Martín, Obispo José Mª Rancés, Fray Félix, Jesús de Medinaceli, hasta recogerse en la Parroquia de Santa Cruz pasadas las dos de la mañana. Muy destacable las tres bandas que acompañaron a los pasos, destacando sobremanera la buena afinación y el diverso repertorio de marchas de la CCTT Rosario de Arriate (Málaga).
Las Cigarreras
La cofradía del Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza (Las Cigarreras) podría considerarse en la calle la perfecta definición de “gaditanismo”. Sus pasos completamente acabados tanto en tallas, dorados, como en orfebrería, le dan a la hermandad un carácter de hermandad señera. Lo de “gaditanismo” se dice desde el cariño y el respeto por cómo sus cuadrillas mecen a sus titulares. José David Martín Santana en el paso del Señor y José Cortés Durán en el paso de palio.
La fisonomía del misterio presentó cambios considerables en la disposición (mucho más adelantada) de la imagen del Señor y en la posición de manos.
Uno de los momentos supremos de la noche lo protagonizó la Virgen de la Espereza, bajando la Calle San Francisco a los sones de la marcha “Encarnación Coronada” de Abel Moreno, interpretada por la Banda Municipal de Bollullos del Condado. Espectacular también la entrada de la Señora (2:55horas), con largos y pronunciados macíos despidiéndose del barrio.
El Caminito
El Miércoles Santo había público por todas partes, especialmente cuando la tarde se iba y el cielo de Cádiz se coloreaba del color de las túnicas de la hermandad de las Angustias (El Caminito). El grupo escultórico de la última hermandad de la jornada representa la sagrada Piedad de Miguel Ángel del Vaticano en su versión castellana. Es de autoría desconocida, aunque se relaciona claramente con la Escuela de los Roldán, probablemente con un sobrino, Diego Roldán o con un distinguido discípulo de éste llamado Ignacio López. Pero indiscutiblemente, la virgen de las Ageustias se encuentra en el top 5 de las obras de relevancia de nuestra Semana Mayor.
El corte de hermandad es serio, muy sobrio, y es probable que sea de las que más penitentes saca a la calle. Los hermanos de fila llevaban túnicas y antifaces de color negro. Cuerda de esparto a modo de cíngulo, rosario de madera anudado al lado izquierdo, sandalias y el cirio al cuadril. El único acompañamiento musical lo aporta el quinteto de Metales Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda y entre sus novedades de este año, la hermandad pudo estrenar la restauración de navetas, ciriales e incensarios.
