En una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca para anunciar los trabajos de una comisión independiente que investigará el derrame, Obama dijo que los integrantes de ese grupo contarán con todo su apoyo para aclarar los hechos “nos lleve eso a donde nos lleve”.
La comisión, que se reunió por primera vez en la Casa Blanca, deberá investigar las causas del derrame para garantizar que no vuelva a repetirse.
En sus declaraciones, tras las cuales no aceptó preguntas, Obama afirmó que si las leyes actuales no bastan para hacer frente al desastre se cambiarán, y si el Gobierno tiene que endurecer su supervisión también lo hará.
El derrame es “ya el peor desastre medioambiental de su tipo en nuestra historia”, dijo el presidente estadounidense.
Hasta que se consiga taponar el pozo y limpiar la marea negra, el Gobierno de EEUU “redoblará sus esfuerzos”, prometió Obama, al anunciar que ha dado órdenes para que se triplique la dotación de personal encargado de hacer frente al problema.
Obama hizo estas declaraciones el mismo día que la empresa responsable del derrame, British Petroleum (BP), lanzó una nueva operación, la cuarta, para intentar contener el vertido.
La asesora de la Casa Blanca para Energía y Medio Ambiente, Carol Browner, declaró ayer que espera que el nuevo intento, que prevé la colocación de una cúpula sobre los restos del pozo averiado, pueda capturar “todo o una cantidad significativa del petróleo”, que será trasladado a un barco en la superficie mediante una tubería.
Por su parte, BP lanzó un nuevo intento de contener el derrame de crudo en el golfo de México mediante la colocación de una caja sobre el sistema de prevención de explosiones que falló por el que fluye ahora petróleo al mar.
“Están comenzando este proceso”, dijo ayer a la cadena de televisión CNN la asesora en asuntos energéticos de la Casa Blanca Carol Browner.
BP admitió el pasado fin de semana el fracaso del procedimiento de taponado conocido como top kill.