Comparsa: LA CALLEJERA INVISIBLE
• Localidad: Cádiz
• Autoría letra: Jesús Manuel Selma Martín-Murga y José Antonio García Molina
• Autoría música: Jesús Manuel Selma Martín-Murga y José Antonio García Molina
• Dirección: Antonia Molina Morales
• Representante legal: Francisco José Torrejón Rivero
• En 2023: Amo escuchá, chirigota callejera
La chirigota defensora del primer premio sigue jugando con su tipo del año pasado y repite fórmula de repertorio cargado de poca vergüenza. Tras las críticas recibidas por llevar casi todos los cuplés de pelo, se lo tomaron con humor y representan el mismo tipo, pero encarcelado por sus letras.
El detalle simpático, aunque cargante y rompetímpanos, es que cada vez que dicen un borderío suena una bocina horrible y el collar les da una descarga eléctrica.
Primer pasodoble para agradecer el año que han pasado disfrutando del primer premio. Estaban locos por volver deseando que disfrutemos de sus pamplinas. Palito a los que decían que venían de fuera, que no sabemos quiénes son, pero a ese supuesto enemigo va el final del pasodoble, que defienden con garra.
Cantan con la fuerza habitual al borde del foso, cualquier día se nos caen encima, aunque no sería la primera vez que ocurre.
En la segunda letra explican a su hijo qué significa ser chirigotero. Chirigota, chirigota, el público entregado.
Cuplé con maldad a Ana Obregón, que gasta pañales para la niña y para ella. Segundo a un piso okupado y tercero a a Antonia, su componente. Estribillo con la famosa rima de atríncame lo que rima con camino. Como sea cierto que se lo dicen al juez no creemos que salgan pronto.
Segunda tanda de tres cuplés cortitos empezando con uno de pelo, otro más simpático aunque escatológico y un tercero al nudismo caletero.
Más escatología en el popurrí. Caca, culo, pedo pis y el inevitable recluso negro con un mandao gigante. “Si estás en un boquete te dibujas un colorete y las penas se te van”, finaliza el popurrí con la preciosa cuarteta final. El teatro canta el “qué bonito está mi Cádiz” porque el grupo defiende a muerte el repertorio y se marca otro final mandando callar al público para rematar el popurrí cuando parecía que había finalizado ya.