Cádiz es la segunda provincia en Andalucía en actividad emprendedora, según el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) elaborado por la Universidad de Cádiz (UCA) y el Observatorio del Ecosistema Emprendedor de Andalucía y financiado por la Diputación de Cádiz, con una ayuda de 10.000 euros.
José Manuel Sánchez, uno de los siete responsables del informe, ha valorado como muy positivo esta conclusión, dado que la provincia se sitúa en esta posición, solo por detrás de Málaga y Sevilla, empatadas en la primera plaza, por segundo año consecutivo.
Por comarcas, la Sierra, Janda y Bahía de Cádiz concentran el mayor número de iniciativas, con un 9,6%, 5,7% y un 5,6%, respectivamente.
La robustez de la actividad emprendedora se mantiene, ha señalado, pese a que el porcentaje de empresa consolidada, con más de 42 meses, se reduce entre 2022 (año de referencia para la investigación) y 2021, al pasar del 6,9% al 6,5%.
La incertidumbre ante el emprendimiento, dado que un 63,3% del millar de encuestados para la elaboración del informe percibe que no pondría en marcha un negocio por miedo a que pudiese fallar, tampoco resta ganas de comenzar una andadura por cuenta propia.
En este sentido, Sánchez ha destacado que el emprendedor potencial, con intención firme de emprender en tres años, se incrementa entre los años 2021 y 2022 al pasar de 9,5% al 10,5%, cifra ligeramente superior a la media andaluza. Además, lo hacen con proyectos que generarían entre uno y cinco empleos (34,6%) e innovadores.
Entre las razones, ha apuntado algunas de índoles personal, como conocer a otras personas que han emprendido en los dos últimos años, pero también, y esto lo aportan los expertos al documento, por diversos aspectos del ecosistema favorables: existencia y acceso a infraestructura física y de servicios; educación y formación emprendedora en la etapa post-escolar; existencia de acceso a infraestructura comercial y profesional; y contar con programas gubernamentales adecuados para apoyar el emprendimiento.
Entre los escollos que han de salvar, se encuentra la financiación en etapas embrionarias de los proyectos.
Por ello, los autores del estudio han planteado al menos tres recomendaciones. Con carácter general, plantean ofrecer instrumentos de apoyo a los emprendedores potenciales. En segundo lugar, llevar a cabo actuaciones sobre el ecosistema emprendedor, como el refuerzo de la Educación Primaria, facilitar el acceso a la financiación y adecuar las políticas comarcales. Y, finalmente, potenciar el emprendimiento universitario.
Sobre esto último, Sánchez ha indicado que el 44% de los potenciales emprendedores han cursado grado o Formación Profesional y, entre la actividad emprendedora total y en las empresas consolidadas, el grueso cuenta con formación superior y posgrado.
Finalmente, ha destacado que, si bien las mujeres también son emprendedoras, existe una brecha de género, con hombres mayoritariamente en las categorías de emprendedor potencial (58,4%), actividad emprendedora total (53,6%) y empresas consolidadas (70,8%).