Desde el pasado lunes y hasta el próximo 22 de noviembre, el Castillo de Santa Catalina se convierte en el lugar idóneo para homenajear y recordar a la figura de la cantaora gaditana más representativa de las últimas décadas, Mariana Cornejo.
‘Mariana de Cádiz, Mariana de la libertad’ es una muestra que sirve de homenaje a la artista gaditana mediante algo más de un centenar de piezas que muestran el lado profesional, así como el más íntimo y personal, de una de las representantes más admiradas y reconocidas del flamenco gaditano.
A través de su arte, su gaditanía y su frescura en el flamenco se muestran aspectos antes desconocidos para los amantes de este arte ya que entre las vitrinas de la exposición se dan a conocer muchos detalles personales que hasta el momento no se habían mostrado al gran público.
Entre las dos amplias salas adyacentes se puede vislumbrar parte de lo que fue Mariana Cornejo no solo para Cádiz sino para el flamenco internacional. En una primera parte de la muestra se encuentran los primeros recuerdos en prensa, sus primeras actuaciones y los primeros reconocimientos.
Mariana Cornejo dejó un legado de toda su vida artística por los escenarios del mundo y por ello adentrándonos en esta primera sala encontramos sus trajes, piezas claves de esta exposición. Desde el más humilde con el que debutó ante los micrófonos de Radio Cádiz, en el programa 'Escuche usted a sus vecinos', hasta el que llevaba cuando se alzó con el Primer Premio del Concurso Nacional de Córdoba, toda una muestra que deja ver la evolución también en este aspecto de la artista.
Acompañando a estos trajes se encuentran peinas, pañolones, abanicos y todos los utensilios que Cornejo fue guardando de su paso por los mejores y más reconocidos escenarios de España.
En la segunda de las salas se nos muestra el lado más personal sin dejar de lado su faceta artística. La cartelería que anunciaba sus actuaciones sirve de pretexto para adentrar al visitante en el legado más íntimo. Álbum de fotos en blanco y negro como historia de Cádiz, los documentos de identidad de la cantaora así como los principales reconocimientos que obtuvo en su trayectoria proefsional.
Junto al complemento, como no podía ser de otra forma, de un hilo musical en el que se escuchan las obras más reconocidas, se suma un apartado audiovisual en el que mediante un vídeo en el final de la segunda sala se nos muestra una entrevista amplia e íntima con Mariana.
Una ciudad volcada
Desde el acto de apertura han sido superadas con creces las cifras de visitantes a esta exposición que sirve también como un nuevo reclamo turístico en la ciudad.
La concejala de Cultura, Eva Tubío, recordó en la inauguración de la muestra el compromiso de la ciudad con una de sus artistas más reconocidas.
Es por ello que esta exposición viene a continuar una serie de actividades que en memoria de la artista gaditana fallecida en el año 2013 se vienen realizando en Cádiz.
La última de estas iniciativas, y de gran trascendencia, fue la celebración de un espectáculo en el Gran Teatro Falla con má de 60 artistas el pasado 4 de junio en el que se recaudaron cerca de 9.000 euros que irán destinados a un monumento en recuardo a Mariana Cronejo en la plaza de la Merced.
Amigos, familiares y aficionados del flamenco coincidían en afirmar que desde las administraciones se debía seguir trabajando para no perder en el olvido la obra de esta artista gaditana por la importancia que la misma atesoró y la repercusión que hasta la actualidad sigue teniendo en otros artistas ya consagrados.
Dimisión del comisario
Hasta el día de su inauguración esta muestra ha contado con una cabeza visible en todo lo referente a su organización, Javier Osuna, gran amigo de la artista, periodista y buen aficionado al flamenco.
Junto a Meli Agulló, hija de la artista, han estado trabajando durante los úlitmos meses para que no faltara un detalle en esta exposición que rinde culto a Mariana.
Pero Javier Osuna, horas después de presentar la muestra ante los medios de comunicación anunciaba en su perfil en la red social Facebook que dimitía de manera “inexorable” como comisario de esta muestra por una “cuestión de principios”.
Igualmente Osuna aseguró en su escrito que “personas, de superior información a la mía, sepan trasladar con mejor, mayor y más precisa exactitud las vicisitudes de su carrera artística”.