En un documento destinado a servir como guía internacional para el tratamiento de esta gripe con antivirales, el organismo sanitario advierte de que “algunos de esos pacientes experimentan un repentino y rápido deterioro de su condición clínica, usualmente al quinto o sexto día de la aparición de los síntomas”.
Precisa que ese agravamiento se caracteriza por una neumonía viral que destruye los tejidos pulmonares y no responde a los antibióticos, mientras que surgen complicaciones en otros órganos, como el corazón, los riñones o el hígado.
En el mismo documento, la OMS aclara que el agravamiento de un paciente no está asociado necesariamente a enfermedades preexistentes o a condiciones delicadas de salud.
Asimismo, sugiere al personal de salud, pacientes y a todos aquellos que atiendan enfermos en casa que estén alertas ante signos que indiquen que la gripe se está convirtiendo en una enfermedad más grave.
En ese caso –agregó– se deben tomar acciones inmediatas y urgentes, que incluirán la administración del antiviral antiviral oseltamivir (Tamiflu) y, cuando éste no esté disponible, del zanamivir, el otro medicamento que ha mostrado ser eficaz.