El pronóstico de las 20:00 hizo definitiva la noticia que se esperaba: la Virgen de las Angustias también se quedaba en casa. Y es que el cielo se tornaba cada vez más gris y las gotas seguían cayendo aisladamente durante la tarde, a pesar de la gran cantidad de público que esperaba en la Alameda aún con confianza.
Según ha explicado Ramón Medel, anterior Hermano Mayor de esta cofradía, la decisión de no salir se ha tomado por el bien del valor patrimonial del paso y de todas las personas que congregan su cortejo. Así, la Virgen quedó expuesta en la puerta de su templo para la visita de los hermanos y devotas, mientras recibía una sentida saeta.
De esta forma, acaba un Miércoles Santo triste para todas las hermandades que, tal y como ha expresado el presidente del Consejo de Hermandades, Juan Carlos Jurado, llevan trabajando con esfuerzo, dedicación y cariño los 365 días del año.
De cara al Jueves Santo, las miradas seguirán concentradas en el cielo de Cádiz, con la esperanza de que el viento se lleve las nubes y las cofradías puedan poner a sus Titulares en la calle.