El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz hace un llamamiento a la ciudadanía para concienciar sobre el uso de la pirotecnia en estas fiestas navideñas y alertar sobre los efectos adversos que ésta causa tanto en personas como en animales.
En este sentido, recuerda que la venta, suministro y uso de material pirotécnico no puede realizarse sino en la forma y con los requisitos que establece el Reglamento de artículos pirotécnicos y cartuchería que desarrolla el Real Decreto 989/2015, de 30 de octubre. Así, se establece la prohibición expresa de venta y suministro de material pirotécnico en aquellos establecimientos que no cuenten con la preceptiva licencia gubernativa, e igualmente la normativa recoge que queda “expresamente prohibido el envío de los productos que hayan sido vendidos al público por correspondencia, teléfono o medios informáticos. La entrega de los productos se realizará con presencia obligada del comprador en el local de venta”.
Asimismo, las personas vendedoras de cartuchería y artículos pirotécnicos podrán negarse a comercializar sus productos a quienes “manifiesten de forma clara que pueden encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes”.
Desde el Gobierno municipal se recuerda la necesidad de compatibilizar el festejo de las Navidades con el normal desarrollo de la vida ciudadana, y con la finalidad de no causar molestias ni perturbar el descanso y la tranquilidad de personas y de animales se pide a la ciudadanía “un comportamiento cívico y responsable”.
Las personas que más padecen los efectos de los petardos, cohetes y bengalas son sobre todo los bebés, los ancianos y las personas enfermas. En el caso de los animales, como los perros, los gatos y las aves, el uso de la pirotecnia puede generarles desde temblores a taquicardia, aturdimiento, pérdida de control, terror e incluso la muerte. Y además, el estruendo que acompaña a la pirotecnia provoca también la huída y el extravío de animales domésticos.
Además, el Equipo de Gobierno alerta de que la mala utilización de un petardo o de un cohete puede causar quemaduras de distinta consideración y ocasionar problemas auditivos.