Bajo la tierra, perdidos entre gravilla y arena. Botones, hebillas, gemelos o zapatos carcomidos por el tiempo. Incluso dos alianzas aún unidas a la falange de un dedo. No queda sangre pero sí la herida. Un total de 24 víctimas de la represión franquista, asesinadas entre 1936 y 1937, han sido identificadas tras el último proyecto de excavación arqueológica de las sepulturas colectivas del cementerio de San José.
Durante los últimos cuatro meses el equipo, los arqueólogos Fátima Barreiro y Francisco José Moncayo, junto al arqueólogo forense Enrique José Estévez, el historiador José Luis Gutiérrez Molina y el operario Luis Núñez, han relazado un “arduo” trabajo en estas ‘medias sepulturas’, nombre con el que se denominan estas zonas de enterramiento colectivo. Esta es una denominación específica del cementerio de San José. El origen del nombre está relacionado con el precio, ya que costaba la mitad de una sepultura individual. En cada ‘media sepultura’ se iban superponiendo los féretros, colocados cronológicamente según la fecha del sepelio, ubicándose el más antiguo al fondo de la fosa y el más reciente en la cota más superior.
Por lo tanto, no deja de ser “una fosa colectiva construida en la que se depositaban muchos cadáveres y en la mayoría de los casos los familiares no tenían constancia de donde estaban enterradas las víctimas hasta que no pasaba mucho tiempo”. “Es muy importante saber esto para evitar confusiones a la hora de querer dignificar un supuesto enterramiento en fosa”.
La cifra de víctimas localizadas en el camposanto gaditano ya asciende a 81, pero las 24 últimas han sido descubiertas gracias a la insistencia del equipo y las investigaciones. Y es que el último proyecto ha actuado en las “sepulturas olvidadas”. “En el año 2016, inicialmente, se dieron por concluidas las excavaciones en medias sepulturas”, señala el arqueólogo municipal, José Gener.
Sin embargo, con los trabajos relacionados con los bebés robados, realizados por el Ayuntamiento de Cádiz, “empezamos a sospechar que no todas las sepulturas fueron exhumadas en su totalidad”. Gracias a estas últimas exhumaciones se pudo comprobar que en algunas medias sepulturas, bajo los enterramientos infantiles, se conservaban inhumaciones con una cronología más antigua, que podían corresponder a la década de los 30 y 40.
Por lo tanto, el equipo de arqueólogos se planteó que se podría dar el caso de que en algunas sepulturas que fueron exhumadas entre la década de los 60 a los 80, para volver a ser reutilizadas, quedaran en los niveles inferiores restos óseos intactos de víctimas de la represión franquista, que se habrían salvado de las exhumaciones posteriores.
El arqueólogo ha destacado el volumen del trabajo realizado en las 20 medias sepulturas, de las que no sólo han extraído 24 personas. “Hemos exhumado con metodología arqueológica los siguientes individuos: 95 fetos y párvulos, 45 extremidades amputadas, y 84 individuos adultos, lo que da un total de 224 individuos, a lo que hay que sumar 15 osarios mezclados entre diferentes niveles”.
Por su parte, el concejal delegado de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Cádiz, Martín Vila, quiso agradecer tanto a Cemabasa como a todo el equipo técnico de investigación que ha estado trabajando en las labores de exhumación “el esfuerzo realizado para cumplir con la verdad, justicia y reparación, para hacer de Cádiz una ciudad más digna, dando respuesta, consuelo y paz a los familiares que siguen buscando a sus antepasados y que fueron fusilados siendo víctimas de la represión franquista entre el verano de 1936 y principios de 1937”. Asimismo, también ha tenido palabras de agradecimiento para los familiares de estas personas represaliadas “que han dado el paso y nos están acompañando en este proceso”.
El concejal ha precisado que en esta campaña se han excavado un total de 20 sepulturas colectivas en las que se han localizado las 24 víctimas de la represión franquista que han sido clasificadas, según las características contextuales, en tres grupos: víctimas por evidencia de arma de fuego, que han sido 13 en total; víctimas por evidencia contextual, que han sido sólo cuatro casos en los que no se ha registrado evidencias de fallecimiento por arma de fuego, pero sí datos arqueológicos y antropológicos que certifican que son las víctimas inhumadas en esa sepultura. “En uno de los casos se plantea la relación con un represaliado que, según consta en el informe del instituto forense de 1936, fue asesinado por degollamiento. Los otros han sido parcialmente alterados por exhumaciones posteriores, destruyéndose las evidencias óseas de fallecimiento por arma de fuego o algún otro tipo de muerte violenta”, ha explicado el edil. Y el tercer grupo, conjunto de restos óseos en posición secundaria, al que pertenecen aquellos restos óseos sin conexión anatómica, es decir, no conservan su posición original de cuando fueron enterrados, pero con fracturas en fresco provocadas de forma violenta. En total, se han contabilizado siete.
Vila ha resaltado que la individualización definitiva de los restos localizados “se realiza mediante análisis comparativo de ADN entre muestras óseas e hisopados de los familiares”. Por lo tanto, a pesar de que el registro del cementerio ubica con nombre y apellidos a las víctimas, no se considera su identificación hasta que no se obtenga un resultado positivo de dichas pruebas.
Por último, el edil de Memoria Democrática ha puntualizado que ya han concluido todas las actuaciones en medias sepulturas, y que partiendo de los tipos de inhumación en el cementerio de San José quedan por ejecutar dos campañas que se centran en la finalización de la Fosa Común Norte (Patio 1) -que queda por excavar aproximadamente una cuarta parte (con una duración de mes y medio o dos meses)- y una excavación arqueológica en la Fosa Sur (Patio 1). Al respecto, ha recordado que el Ayuntamiento gaditano cuenta con capacidad presupuestaria tras la obtención, mediante concurrencia competitiva, una subvención de la Federación Española de Municipios y Provincias, por lo que está previsto retomar las tareas en el mes de septiembre.