Las obras de la nueva sede se encuentran ya casi acabadas, tal y como pudieron comprobar los representantes políticos, por lo que para su apertura definitiva sólo quedan pequeños retoques, además de la colocación del mobiliario. Las previsiones municipales son que las instalaciones puedan entrar en servicio en febrero de este año 2010.
La empresa que está llevando a cabo las obras, que cuentan con un presupuesto de 970.000 euros, es Mondisa. La nueva sede de Chiclana Natural recibirá durante el mes de enero el mobiliario y las mamparas que permitirán a estas instalaciones cobrar operatividad en febrero. Así, el suministro y la instalación de este equipamiento fue adjudicado por la Mesa de Contratación constituida al efecto a la empresa Maderas Polanco.
La inversión para el mobiliario alcanza los 144.051,51 euros, mientras que para las mamparas asciende a 79.984 euros, lo que hacen un total de 224.035, 52 euros.
Chiclana Natural, después de 12 años prestando servicio en la actual ubicación, pretende que la transición a la nueva sede se realice de modo eficiente y racional, velando por la menor incidencia en el servicio que se presta al ciudadano.
Su emplazamiento céntrico-próximo a varias dependencias municipales y accesible por la cercanía de los aparcamientos subterráneos de la Gran Plaza sobre el río y de la Plaza Mayor- incrementa los atractivos y sentará las bases de un mayor acercamiento a los ciudadanos.
La construcción de la nueva sede se ha realizado cumpliendo los preceptos de la arquitectura sostenible, con el principal objetivo de ofrecer los servicios a los ciudadanos, cumpliendo las máximas exigencias de funcionalidad, accesibilidad y sostenibilidad, como corresponde a una empresa que tiene entre sus funciones velar por el Medio Ambiente.
Arquitectura sostenible
Tratándose de un edificio que tiene entre sus funciones velar por el Medio Ambienten, su construcción se ha realizado cumpliendo los preceptos de la arquitectura sostenible. A este respecto destaca la iluminación a base de lámparas down light de 50 watios que consumirán al año 21.500 kilowatios por los casi 54.000 de las tradicionales lámparas de vapor de mercurio. Así, se producirá un ahorro de más de 32.000 watios y una reducción equivalente de emisión de CO2 de 22,77 toneladas. A este ahorro contribuye además la orientación al
Este de los grandes ventanales que, mediante cristales Climalit, optimizan la iluminación. La carpintería metálica incluye puente térmico que mejora las características ambientales del edificio y reduce la carga térmica con el consiguiente ahorro energético. El cerramiento exterior, de gran espesor, complementa esta cualidad. El suelo, totalmente registrable, facilita y reduce los costes en caso de averías o modificación de las instalaciones. No obstante, las tuberías de agua caliente y los conductos de aire acondicionado están aislados para evitar pérdidas energéticas. Las tuberías son de polietileno reciclables y no contaminantes. La distribución de espacios interiores es muy versátil, dado que se han establecido mediante mamparas, fácilmente readaptables y que, en caso de modificación, no genera residuos.
