El sindicato Acaip-UGT ha denunciado el uso de drones para la introducción de objetos prohibidos, como teléfonos móviles y droga, en el centro penitenciario Botafuegos, en Algeciras (Cádiz), entre otras cárceles.
En una nota, la entidad sostiene que el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, es conocedor de este “nuevo modus operandi” que se aplica “desde hace unos años” con “el empleo de drones”, y del que Botafuegos es “claro ejemplo”.
El caso más reciente, señala el sindicato, se dio este lunes por “a primera hora de la mañana”, cuando los funcionarios encontraron dos teléfonos móviles, uno pequeño y otro de grandes dimensiones, cables de conexión y 30 gramos de hachís, además de diverso material como cuerdas y ganchos, empleados en una entrega fallida.
Unos meses atrás, aprovechando la visita a Botafuegos del máximo responsable de las prisiones españolas, desde Acaip-UGT en Algeciras “se le volvió a informar de la asiduidad con la que sobrevolaban drones sobre las cárceles españolas, entre ellas Botafuegos, y del grave problema que originan”.
“Son portadores de objetos prohibidos como drogas, teléfonos… y del temor fundado que genera al colectivo de empleados penitenciarios el que se introduzca objetos muy peligrosos que puedan ir contra la vida, tanto de funcionarios como de internos”, añaden.
Lo “sorprendente” fue su respuesta, sostiene el sindicato, al conocer que “hay un proyecto piloto que se quiere implantar en el penal de Ceuta”.
Por ello, desde Acaip-UGT se preguntan “¿Para cuándo las más de 80 prisiones restantes? ¿Habrá que esperar que ocurra alguna desgracia de imposible reparación?”, ya que “la realidad es que a corto plazo no hay plan de choque alguno”, a pesar de que consideran que “se requieren soluciones para todas las cárceles españolas ya”.
Para el sindicato es “desolador” que una institución que “presta un servicio público tan esencial como es la retención y custodia de las personas privadas de libertad, mantenga al frente de las prisiones españolas a un responsable que muestra día tras día su incapacidad para resolver los problemas que sacuden las prisiones españolas”.
