Este acuerdo, indican desde la Corporación, “surge del interés del Ayuntamiento por divulgar la cultura y la historia local a través de estos restos arqueológicos que han cambiado la historia de Chiclana en cuanto a su existencia en el tiempo se refiere y que deben ser estudiados para ponerlos en valor hacia los vecinos y los turistas que visitan la ciudad”.
La UCA también está muy interesada en el estudio y la divulgación de estos restos, especialmente a través de sus cátedras relacionadas con la historia antigua. El papel de los empresarios responde a su objetivo de apoyar el tejido empresarial de Chiclana, especialmente al sector turístico y hostelero para la promoción de la ciudad, su historia y su arqueología plasmada en estos restos.
En el convenio se estipula que el Ayuntamiento incorpora para el estudio y puesta en valor de toda la zona del Castillo los suelos de propiedad municipal del entorno como son el viario público del Castillo, el colegio, la calle Ánimas, la primera casa a la izquierda de la calle Ánimas, el talud, la parcela con las murallas fenicias entre las calles Ánimas y Castillo, la nave municipal con restos arqueológicos y el trozo de patio del colegio donde se han hecho las catas positivas. Además, aportará los fondos necesarios para el estudio de la zona y la ordenación de la misma.
La UCA asesorará y supervisará los trabajos realizados por profesionales para el estudio y la ordenación de la zona del Castillo y la asociación de empresarios propondrá un equipo multidisciplinar de empresarios o profesionales liberales, compuesto por arquitectos, arqueólogos, ambientalistas, urbanistas, etc.
Las tres partes formarán una comisión dirigida por un coordinador con la intención de proyectar el futuro en torno a la ordenación urbanística del Cerro del Castillo y del Barrio Nuevo, dando viabilidad al equipamiento público, al escolar y a los yacimientos, así como deducir todo lo que sea conveniente para potenciar la zona y los propios yacimientos arqueológicos.
El catedrático en Prehistoria de la UCA, Diego Ruiz Mata, ha destacado la importancia y el relieve de los restos. “Es una oportunidad única de fomentar el turismo y crear nuevos yacimientos de empleo relacionados con la industria cultural. El patrimonio cultural es irrenunciable y, en esta ocasión, tiene un valor añadido socioeconómico dentro del ámbito turístico, ya que son muchas las personas que se desplazan a distintos puntos del mundo movidos por el interés por descubrir aspectos de la historia de la humanidad relacionados con distintos yacimientos arqueológicos. Este yacimiento tiene proyección para millones de personas que visitan habitualmente este tipo de enclaves”, ha explicado el catedrático.
Como modelo de referencia para un desarrollo adecuado, Ruiz Mata ha citado Atapuerca señalando que “en sólo 15 días que permanece abierto, Atapuerca es visitado por 20.000 personas”.
