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Miércoles 27/11/2024
 

Campo de Gibraltar

Nuevos vertidos ponen en alerta a la Bahía

Cada año, más de 100.000 buques transitan por las aguas del

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  • Efectos del último vertido en la playa de Poniente, de La Línea. -

Las aguas de la Bahía de Algeciras sufren de un mal endémico producido por los frecuentes vertidos que se producen en su seno.  Como zona estratégica que es, el Estrecho de Gibraltar registra un ingente tráfico diario de buques que aumenta exponencialmente las probabilidades de accidente con respecto a otras áreas de costa.

Toda esta problemática sale de nuevo a relucir estos días a causa de los dos últimos vertidos de cierta entidad registradas en la zona. La primera, el pasado 9 de junio, en Gibraltar, cuando en aguas próximas al Peñón se producía un derrame de fuel durante un trasvase de combustible entre buques, el cual amenazaba con llegar a las costas de Algeciras y La Línea.

El segundo episodio destacado de la semana tuvo lugar en la propia Bahía de Algeciras, concentramente en el fondeadero delta, a la altura de la ensenada de Getares, con resultado de vertido en la playa algecireña. Según las informaciones aportadas en su momento, el vertido pudo haberse producido cuando el buque Segulus, con bandera de Islas Cook, llevaba a cabo labores de aprovisionamiento de combustible.

Al parecer, “errores en el manejo de válvulas y control de tanques” originaron que se derramasen unos 50 litros de fuel.

El litoral de Poniente de La Línea se vio también afectado con una mancha de un kilómetro que se extendió desde la zona costera del Hotel Rocamar hasta las escolleras de la Playa de Poniente. Todo ello a escasos metros de la zona de baño.

Esta última circunstancia provocó la indignación de la organización ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción, un malestar transmitido por su portavoz, Antonio Muñoz, quien se preguntaba por qué el consistorio linense no cerró al baño la citada playa, cuando la ley  especifica que esta no debe estar ocupada por bañistas cuando el residuo peligroso se encuentre a menos de 50 metros.

El vertido más grave, registrado en La Línea, era de dudosa procedencia. Incluso se hablaba de la posibilidad de un tercer incidente, aunque este hecho no fue totalmente constatado.

‘Bunkering’
El principal riesgo, según las organizaciones ecologistas, para las aguas de la Bahía de Algeciras son las operaciones de avituallamiento de buques, más conocidos como Bunkering.

Según los datos manejados por Verdemar-Ecologistas en Acción, cada año se trasvasan unos siete millones de toneladas de fuel marino anuales. De hecho, el estudio Crisis ambiental y de salud en la bahía de Algeciras/ bahía de Gibraltar cifraba en 6,5 millones de toneladas de combustible los trasvases en 2007, de los cuales 4,3 correspondían a Gibraltar, y los otros 2,28 a Algeciras. En 2011, la cantidad había descendido algo -hasta poco más de 5 millones- aunque el crecimiento es espectacular si tomamos como referencia los datos de 1990, cuando se trasvasaron en total 0,8 millones de toneladas.

Las ventajas económicas de esta zona para las acciones de avituallamiento, entre ellas el hecho de que el puerto de Gibraltar es el único de la Unión Europea libre de impuestos, empuja a las empresas a aprovechar la circunstancia, lo que hace todavía mayor el tráfico de buques en la zona.
Para Verdemar, “la Bahía de Algeciras se ha convertido en la gasolinera entre el Atlántico y el Maditerráneo” . Ello ha dado lugar a que se hayan realizado “muchas denuncias a distintos niveles administrativos, tanto a nivel nacional como internacional”.

Sin embargo, para Verdemar la respuesta de las instituciones ha sido siempre insuficiente. De hecho, en una muy reciente publicación de su página web, manifestaban, acerca de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que se cuestionaban si “ya no es un organismo de protección” y si “ha perdido la sensibilidad” al considerar que “no presta atención” a los vertidos y los incidentes que se producen “continuamente” en el Estrecho de Gibraltar.

En  referencia a los últimos vertidos, indicaban que “desde primeros de junio varios vertidos de hidrocarburos procedentes de buques asolan la Bahía”, y se preguntaban si tendrá que salir el fuel “de nuestros propios grifos” para que “nos demos cuenta del daño tan grande que sufre la Bahía, por la avaricia de los mismos de siempre”.

Los accidentes ocurridos en estos últimos días en aguas del Estrecho cuentan con numerosos antecedentes, unos más graves que otros, los cuales, en ocasiones, han provocado importantes vertidos en las aguas de la Bahía de Algeciras.

El 11 de junio de 2011,  el barco portacontenedores Deneb se escoraba en el puerto der Algeciras en la maniobra de estiba de contenedores.  El buque, de 101 metros de eslora y bandera de Antigua y Barbuda, quedó semihundido, con la carga en su interior y con sus tanques llenos de combustible. En su interior, 118 toneladas de fuel oil y 26 de gasoil.

El siniestro no  provocó vertido de combustible y los trabajos de rescate no perjudicaron a la población. Lo más llamativo, el mal olor que emanó de los contenedores, por la carga congelada.
De igual modo, otros choques, a pesar de su gravedad, no llegaron a dañar la zona litoral. En 2010, un accidente que resultó muy aparatoso, pero del que no hubo que lamentar vertido alguno fue el choque entre los barcos MSC Camille y Torn Marina, ocurrido a 42 millas náuticas al este de Gibraltar. El 5 de abril de ese año, y según informaba The Gibraltar Chronicle, dos petroleros colisionaron cerca del Peñón cuando llevaban a cabo labores de almacenaje de combustible.
En 2009, el accidente de mayor entidad tuvo lugar el 27 de octubre de 2009. El buque portacontenedores MSC Schenzhen tocaba con su costado el dique seco del astillero Cernaval, en Campamento, durante una maniobra de entrada. Ello le produjo una brecha de 30 por dos centímetros a la altura de los tanques de fuel y vertió combustible al mar.

El plan de emergencias desplegado en la zona recogió más de 740 toneladas de fuel, agua y arena en la playa de El Rinconcillo. La valoración definitiva presentada por Capitanía Marítima cifraba en 14 metros cúbicos - 14.000 litros aproximadamente - la cantidad de fuel IFO 380 vertida al mar.

En 2008, destacaron los vertidos del Tawe, que encalló en San García; el Fedra, en Punta Europa, Gibraltar; el Mar Victoria, en el Pantalán de Refinería; un vertido de pintura de aceite que afectó a El Rinconcillo; y el buque ro-ro Ropax 1, a causa de un temporal.

En 2007, el más grave fue el provocado por el Sierra Nava, que encalló en pleno parque natural del Estrecho, afectando a zonas protegidas y varias playas de la zona. La cantidad de fuel derramada fue de unas 170 toneladas, según las estimaciones que se hicieron en su momento. También hay que destacar el caso del petrolero Samothraki, el 17 de marzo, del que no hubo vertido, pero que pudo causar “una gran catástrofe ambiental”, según los ecologistas.. 

Descenso
El aspecto positivo ha sido la reducción de siniestros graves por vertido ocurridos en aguas de la Bahía de Algeciras en los últimos años. De hecho, hace una década, se llegaron a registrar hasta 31 vertidos en la zona, según un estudio realizado por ecologistas  en junio de 2009.

En base a este informe conjunto, un año después de aquellos terribles datos ya se había logrado reducir esta cifra a la mitad (15 vertidos); en 2004, se registraron siete vertidos; y en 2005, se señalan un total de cuatro siniestros, entre los que destacaron el provocado por la gabarra Eileen (29 de septiembre, 7.000 liotros de fuel que afectaron a El Rinconcillo y 120 metros cúbicos de arena contaminada) y el del Berge Frost (que afectó a la playa de Getares, con 25 toneladas de residuos contaminantes causados por 3.000 litros de fuel).

El informe Crisis ambiental y de salud  en la bahía de Algeciras /  Bahía de Gibraltar. Demandas y propuestas para el Foro de Diálogo Tripartito, señalaba allá por 2009 que la Bahía “dufre uno de los problemas de contaminación más graves de Europa”, y que ya se habían perdido, en consecuencia, “ecosistemas de incalculable valor”, contándose “las praderas de posidionia oceánica” o “diferentes lugares de nidificación de aves”.

Baste analizar los efectos medioambientales de uno de los accidentes más graves ocurridos en la zona en los últimos años, la explosión de dos tanques de residuos en junio del pasado año en Gibraltar, que afectó a buena parte d ela Bahía de Algeciras, y que también tuvo sus consecuencias sobre especies de la zona.

Según publicaba entonces EL FARO INFORMACIÓN  en base a una información de la organización ecologista Agaden, en los días siguientes al incidente aparecieron en la playa de El Rinconcillo algunas especies muertas, afectadas por el combustible, y con manchas negras en sus cuerpos. Peces, gaviotas e incluso un pulpo fueron algunos de los animales que aparecieron con estos rastros.

Asimismo, se apuntaba a la posible afectación de especies que surcaban el fondo marino, caso de almejas, mejillones y ostras. Incluso advirtieron del posible riesgo para la salud pública que suponía la afectación de la ensanada de Getares, dado que en ella existen 15 o 20 mejilloneras, e instando a prohibir “todo lo que conlleve el consumo de bivalvos”, lo mismo que en la zona de Palmones.

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