Un grupo de caballistas han decidido iniciar la recuperación de la Ruta de los Viajeros Románticos, conocida como “El Camino Inglés”. Hoy han pasado por San Roque, donde han sido recibidos por los ediles José Antonio Rojas, Ana María Rojas y Mercedes Sánchez.
A las ocho de la mañana de hoy han salido desde Gibraltar un grupo de expedicionarios a caballo, mulos y burros, que pretenden poner en valor “El Camino Inglés” que realizaban los Viajeros Románticos desde la Roca hasta Ronda, pasando siempre por Gaucín, como una actividad más dentro del exitoso proyecto de “Ronda Romántica”, que pretende a su vez ir más allá y volver a convertir esta ruta en una de las más importantes de España, como ya lo fue en el siglo XIX.
Ana María Rojas, quien disculpó la ausencia del alcalde por encontrarse fuera por motivos de agenda, delcaró que “desde la delegación de Comercio aplaudimos la iniciativa de hacer un camino de los bandoleros desde primera hora pasando por La Línea, San Roque, Castellar y Jimena, hasta llegar a Ronda donde tradicionalmente se celebra una feria cuyo objetivo es que no se pierda esta tradición tan singular de la zona, y ha señalado que es la primera vez que se pone en marcha esta idea, que piensan repetirla en el futuro”.
Por su parte el teniente de alcalde del Casco, José Antonio Rojas, alabó la iniciativa y le auguró un futuro prometedor, declarando que “sería interesante que para próximas rutas se sumasen las distintas asociaciones de caballistas del municipio a esta Ruta Romántica para rememorar tiempos de antaño cuando se hacía contrabando a caballo desde Gibraltar hasta Ronda”.
En 1865 Henry O’Shea decía que el camino desde Gibraltar a Ronda “…era uno de los más hermosos y románticos trayectos a caballo que se podían emprender por nuestro país”. Pues bien, emulando a aquellos viajeros, diez personas integran la expedición, vestidos a la rondeña, al igual que las caballerías.
Integran el grupo Faustino Peralta (redactor del proyecto de “Ronda Romántica”), José M. González Almario (director logístico de “Ronda Romántica”), Pedro Bocanegra (Director de la Feria de Ganado de Los Palacios y Villafranca), Rafael Romero (el Tigre de Montellano), Antonio Pimentel (El Trompeta), Miguel Figueroa (El Gitano), José M. Ortega (Arreglalotodo), Pepe González Agüera (Marcharía Chico), Manuel González Almario (El Polifacético) y José M. García Blanco (El Plumilla), a los que se sumará en algunas etapas el escritor y etnógrafo Isidro García Cigüenza.
Para esta primera experiencia han elegido el camino a su vez más transitado y difícil de cuántos se hacían en aquellos tiempos, por aquello de que los románticos lo tomaban como un reto y un desafío a ver quiénes realizaban la ruta más accidentada.
La han dividido en cuatro etapas: 1ª Gibraltar, La Línea, San Roque, Castillo de Castellar (37,12 km.). 2ª Castillo de Castellar, Jimena de la Frontera, San Pablo de Buceite, Gaucín (46,39 km.). 3ª Gaucín, Benarrabá, Algatocín, Benalauría (14,89 km.). 4ª Benalauría, Benadalid, Atajate y Ronda (31,29 km). La entrada a Ronda se hará el viernes 26 de julio a mediodía por el Barrio de San Francisco y culminará en el Retablo de los Viajeros Románticos, antes del Puente Nuevo.
Serán cuatro jornadas las que tardarán en llevarlo a cabo, pues pretenden realizar un diario del mismo y una memoria de cómo se encuentran dichos caminos. Serán recibidos por los alcaldes de las distintas poblaciones por donde pasen y sellarán su cuaderno de ruta. Aunque los románticos, generalmente salían desde Gibraltar al amanecer, para llegar a Gaucín a media tarde; hacer noche y continuar el día después para llegar a Ronda hacia las dos o las tres de la tarde. Para las mujeres se hacían en tres días. Y se cuenta que los militares ingleses, sin bajarse del caballo, lo hacía en una sola jornada.
Se trataba de un camino lleno de penalidades, a veces, y mucho riesgo, no faltaban los bandidos, que contaban con algún que otro desfiladero o hendedura desde donde poder atacar al viajero, como ejemplos el paso de la Boca del León, “primer foco de los bandidos andaluces y escenario de las hazañas de José Mª El Tempranillo” o la “Fuente de la Piedra” que se hallaba cerca del Puerto de Encinas Borrachas, a unos diez kilómetros de Ronda, después de pasar Atajate.
Esta experiencia va a suponer retrotraernos nuevamente, como ya se hizo con “Ronda Romántica”, al siglo XIX, cuando los viajeros realizaban este viaje desde la Roca, en su deseo de aventuras, de exotismo, de encuentro con la naturaleza más virgen e inhóspita y con el paisaje sublime como un estado de conciencia. España, Andalucía y Ronda levantaban grandes entusiasmos en ellos. Nuestra herencia oriental, la impresión de encontrarse en una región en el que el tiempo parecía haberse detenido subyugaba al visitante extranjero. España, Andalucía y Ronda se pusieron de moda en el mundo, y aquí el turismo comenzó a abrirse paso.