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Campo de Gibraltar

Voluntarios en lucha contra el fuego desde hace 25 años

Con unos 20 componentes, acuden a ayudar en todos los incendios que se originan en la comarca

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  • El retén. -

La máxima del voluntario es siempre estar preparado para el momento de ser útil al resto de la sociedad. Los integrantes del retén contraincendios de la organización ecologista Verdemar han jugado, durante los últimos 25 años, un papel fundamental en la prevención y extinción de incendios forestales en el Campo de Gibraltar y en otras zonas limítrofes, hasta el punto de resultar imprescindibles para que el Infoca y el Consorcio Provincial de Bomberos puedan proteger con totales garantías el medio ambiente y a los residentes de las zonas afectadas.

Alfredo Valencia es uno de los coordinadores de este retén y, como muchos de sus compañeros, ha acumulado multitud de vivencias y anécdotas a lo largo de todo este tiempo. “El retén contraincendios ha ido siempre paralelamente al desarrollo de Verdemar, porque surgieron en un mismo momento”, relató. Para este ecologista, “la inquietud de los ciudadanos nace de la preocupación que comenzó a tenerse por los incendios. Pensamos que la mejor forma de colaborar era formar un grupo ecologista”, incidió.

Actualmente, el retén contraincendios de Verdemar está compuesto por 20 personas, y el grado de compromiso de estos voluntarios es total. Prueba de ello es que la mayoría de sus integrantes se ha mantenido con el paso de los años, incorporando, con el tiempo, algunas caras nuevas.

Formación
Para poder ejercer como voluntario en el retén contraincendios, es necesario contar con una formación adecuada, que permita ayudar y no entorpecer a las labores de extinción, llegado el caso. Según indicó Alfredo Valencia, los conocimientos de estos voluntarios se centran en charlas y cursos ofertados por las administraciones competentes. “En mayo, precisamente, tuvimos una impartida por técnicos del Infoca”, indicó.

Además, los veteranos imparten charlas a los más jóvenes sobre actuaciones frente a incendios forestales y primeros auxilios, entre otras cuestiones. Valencia también comentó que, en muchos casos, esta formación es también autodidacta.

Protección
En cuanto a los medios con los que los voluntarios cuentan para prestar apoyo en los incendios forestales, Alfredo Valencia explicó que todos ellos disponen de un sistema de protección individual, compuesto por casco, gafas, máscara antihumo, monos ignífugos, botas de tipo militar y cinturón para llevar cantimploras, así como guantes protectores y un botiquín de primeros auxilios. De igual modo, portan unas petacas con agua para apagar fuegos incipientes.

Además, disponen de un vehículo cuatro por cuatro para poder desplazarse por zonas de monte, fuera del terreno asfaltado, y los voluntarios ponen, además, a disposición del grupo sus propios vehículos particulares, cuando es necesario.Así ocurrió, por ejemplo, el pasado año, en un concierto que tuvo lugar en Los Olivillos, dentro del término municipal de San Roque.

Normalmente, el radio de actuación de estos voluntarios se limita al Campo de Gibraltar, si bien han formado parte de los retenes de incendios de gran magnitud en localidades relativamente cercanas, como Coín (Málaga), que recientemente sufrió un incendio forestal de grandes dimensiones. “La magnitud del fuego así lo requería”, indicaba Valencia, quien relató que acudieron al puesto de mando y colaboraron hasta el anochecer, momento en que regresaron a sus casas.

Funciones
En primer lugar, hay que aclarar que los voluntarios de Verdemar no forman parte del equipo específico del Infoca, dependiente de la Junta de Andalucía, ni tienen relación directa con el Consorcio Provincial de Bomberos o Protección Civil. Es por ello que no es les informa específicamente de los incendios, sino que en muchos casos son los propios ciudadanos los que los alertan.

En el momento en que el grupo tiene conocimiento de que se ha producido un incendio, confirman con el centro de mando si se ha producido la incidencia y acude con sus medios propios al mismo para ponerse a disposición de los efectivos que están operando en ese momento en el lugar.

“Una vez allí, desde el mismo centro de mando nos ordenan dónde actuar”, indicó Valencia, quien detalló que entre las labores del voluntario las más habituales son cuestiones de apoyo que también pueden resultar esenciales. Por ejemplo, “para el traslado de agua o alimentos a los componentes del operativo, o tareas de vigilancia en otras zonas del fuego, siempre dentro de unos márgenes de seguridad porque lo más importante es la vida de la persona”, remarcó Valencia.

Además, en momentos en que aún no se ha producido ningún fuego, desarrollan tareas de vigilancia en zonas susceptibles de sufrir algún incendio para comprobar que no se realizan prácticas de riesgo.
También es fundamental la labor divulgativa y de concienciación que desarrolla el retén durante todo el año. “Las campañas de divulgación en prevención de incendios tienen que ser un recordatorio constante”, indicó Valencia. “Hay que ir a disfrutar el campo y pasear porque es parte de nuestra vida pero cada ciudadano debe ser también vigilante del medio ambiente. Está en su mano prevenir los incendios”, remarcó.

Si bien siguen desarrollando sus funciones en los colegios, desgraciadamente ya no cuentan con el Aula de la Naturaleza, que estaba ubicada en el Pinar del Rey, y desde las que realizaban tareas divulgativas.

Riesgos
En todos los incendios, el voluntario es susceptible de verse “en situaciones arriesgadas y peligrosas”, lo que lleva a la obligación de seguir unas normas de seguridad (evaluar la zona una vez llegar al lugar, buscar vías de escape, estar pendientes del cambio de viento y tenerse siempre localizados unos a otros. Sin embargo, los miembros del retén de Verdemar no han tenido sobresaltos importantes en sus 25 años de funcionamiento.

No obstante, Valencia relata que vivieron una anécdota curiosa, eso sí, con final feliz, con ocasión de un incendio ocurrido en Sierra Carbonera, en los años 90: “Un compañero sufrió un desmayo a causa de la intoxicación por humo, y la Cruz Roja lo trasladó al Hospital de La Línea”. Una vez que atardeció y concluyó la labor de los voluntarios en el incendio, los compañeros acudieron, aún enfundados con sus trajes ignífugos y ennegrecidos por el humo del incendio al centro hospitalario para conocer la evolución de su amigo. “Cuando los celadores nos vieron aparecer de esa manera en el hospital acudieron corriendo a nosotros con la intención de atendernos por si teníamos algo”, bromeaba Valencia.

Más medios de investigación para el BIIF

La Brigada de Investigación de Incendios Forestales de Cádiz (BIIF) cuenta con nuevos medios para esclarecer las causas de los siniestro, más modernos y de mayor precisión. 

El delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández, destacó hace unos días la labor de la BIIF, que considera “fundamental para poder determinar la autoría de los hechos, ya que la mayoría de los incendios forestales están causados por el hombre”. Los incendios registrados en 2012 fueron en su mayoría intencionados (52,9 %). Fernández ha subrayado también que “gracias a estos medios se podrán dotar de una mayor seguridad jurídica las denuncias por actos delictivos ante el juez instructor”.

Mejor formados
Además, Fernández explicó que este año, por primera vez, el Infoca ha formado a agentes de la Policía Autonómica del Campo de Gibraltar, la zona más castigada por los incendios en la provincia, para que colaboren tanto en la investigación de los siniestros como en la vigilancia preventiva.

El nuevo instrumental entregado a la BIIF incluye receptor GPS, que permite obtener con exactitud la localización del punto de inicio del incendio y la medición de la superficie afectada; estación meteorológica portátil, para el cálculo de parámetros que determinan el riesgo meteorológico de incendio forestal; o detector de metales, esencial en la búsqueda de las partículas metálicas que en estado de incandescencia hubieran podido provocar un incendio, en el caso de los provocados por cortes con radial, motodesbrozadoras o líneas eléctricas.

A la hora de la elaboración del atestado, los  agentes de Medio Ambiente trabajan conjuntamente con la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía o con el Seprona de la Guardia Civil.

En lo que va de año, se ha determinado que un 26,2% de los incendios son intencionados; el 42,9%, han sido originados por negligencias; un 7,1% han sido accidentales; y un 2,4%, por causas desconocidas. En el caso del incendio del pasado 10 de julio en la playa de Los Lances, los agentes creen que la causa fue una negligencia durante una acampada ilegal.

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