La Consejería de Fomento y Vivienda ha clausurado el programa de cooperación transfronteriza ‘Habitar 2.0. Tres culturas y un solo barrio’ con la celebración en Algeciras de un encuentro intercultural de las dos orillas del Estrecho, al que se ha denominado Zoco. La directora general de Rehabilitación y Arquitectura, Gaia Redaelli, ha sido la encargada de hacer balance de esta iniciativa impulsada por la Junta en seis barrios andaluces, que ha permitido contar con una importante participación ciudadana, casi 2.300 vecinos y 75 asociaciones, instituciones y entidades de diversa naturaleza.
‘Habitar 2.0’, programa financiado con fondos europeos para el desarrollo regional (FEDER), se puso en marcha en noviembre de 2011, con el objetivo de elaborar una metodología de intervención común en barrios vulnerables mediante acciones basadas en la participación ciudadana. Redaelli ha explicado que “con este programa se ha establecido una forma de intervenir en los barrios con acciones de regeneración urbana desde la intervención social, impulsando la participación ciudadana, la sensibilización sobre el buen uso de la vivienda y el espacio público”, a lo que ha añadido que también se ha puesto el acento en “la potenciación de iniciativas económicas y empresariales, el desarrollo de las identidades del barrio y la importancia de las tecnologías de la información y comunicación para la coordinación”.
El programa, que en definitiva ha pretendido poner en valor la participación ciudadana en la planificación, desarrollo y evaluación de las políticas públicas en el ámbito de la vivienda, se ha desarrollado en seis barrios vulnerables de Andalucía, localizados en cinco ciudades: Chanca y Puche en Almería, Almanjáyar en Granada, San Martín de Porres en Córdoba, Saladillo-Piñera en Algeciras (Cádiz) y Polígono Sur, en Sevilla.
En cada uno de estos barrios se han desarrollado varios proyectos piloto, de los que se han beneficiado directamente casi 2.300 vecinos, bien participando en los procesos de ejecución de esos proyectos, o bien como beneficiarios directos de los mismos.
Los proyectos impulsados en Almería han sido los de dinamización de comunidades de distintas etnias en el Puche, en el marco del cual se ha realizado una experiencia de autorrehabilitación de espacios comunes de los edificios que conforman el barrio, y la adecuación de locales para usos comerciales y comunitarios en La Chanca.
En Granada, el programa se ha puesto en marcha en el barrio de Almanjáyar, donde se ha acometido la rehabilitación de la plaza Merced Alta a través del proyecto denominado ‘La plaza crea’ y se ha llevado a cabo también una experiencia de huertos urbanos para autoconsumo en una acción titulada ‘Nortelanos’.
La intervención en Córdoba ha permitido desarrollar un proyecto de arbolado en la barriada San Martín de Porres bajo la denominación de ‘Una vida verde’, mientras que en Algeciras se han desarrollado tres proyectos, ‘Tu mascota, cuido tu barrio’, ‘Taller de costura’ y ‘El uso de la vegetación en el hábitat popular’, este último con el objetivo de crear huertos que están siendo cultivados por pensionistas y escolares, en un suelo cedido por el Ayuntamiento de Algeciras en la barriada de la Piñera.
Finalmente, el Polígono Sur de Sevilla ha sido escenario de dos proyectos de Habitar 2.0, ‘La vida en juego’, mediante el cual se han rehabilitado espacios de encuentro vecinal orientados a la actividad deportiva y al ocio, y ‘Un tatuaje en la piel que habito’, por el que jóvenes del barrio han aprendido las técnicas del graffiti y las han aplicado luego en la zona de Martínez Montañés. Gracias a esta iniciativa esta zona ha cambiado su aspecto radicalmente tras la intervención de estos jóvenes artistas que han transformado las fachadas con sus pinturas.
Habitar 2.0 ha contado con un socio transfronterizo, el municipio marroquí de Chefchaouen, con el que se han compartido las experiencias de este programa, que servirá de punto de partida para otras posibilidades de cooperación entre Andalucía.
El balance de Habitar 2.0 pone de manifiesto los beneficios derivados de la aplicación de los recursos públicos a las necesidades reales de la ciudadanía, partiendo del compromiso y de la corresponsabilidad del propio vecindario para mejorar su entorno. Estos proyectos han contribuido a dignificar la vida de estos barrios, al tiempo que han permitido abrir redes de comunicación, en este caso con el municipio marroquí de Chefchaouen, e impulsar nuevos interlocutores sociales con los que debatir, planificar y evaluar las políticas de vivienda de la Junta de Andalucía.