El chicharrón de Chiclana está de fiesta y de enhorabuena. Tras un año de esperas, por fin este suculento manjar cárnico se suma a la lista en el registro de marcas y patentes, junto a otros productos de la localidad, como el Pescado de Esteros o los Langostinos de Chiclana.
Esto va a posibilitar el auge de este bocado del cerdo, que ya ha encandilado a mucho y ha conseguido traspasar fronteras, gracias a la etiqueta que acompañará a este producto certificando, siguiendo los estándares exigidos, su excelencia.
El acto de presentación de la marca que ahora acompaña a este manjar, Hecho aquí, calidad y tradición. Chicharrón de Chiclana, se celebró este miércoles en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal, cita a la que acudieron representantes del sector, junto a miembros de la corporación municipal y representantes de Ctaqua, empresa encargada de llevar a cabo el registro necesario para conseguir la marca.
El alcalde de Chiclana, José María Román, destacó la importancia que están teniendo en los últimos años los productos de kilómetro cero, haciendo hincapié en la labor de los productores de la ciudad. “Llevamos tiempo pensando en hacer esto. Teníamos un reto por el destino de calidad por el que trabajamos, un destino cinco estrellas. Teníamos un déficit, que era contar con productos de la tierra. Cuando la gente viene a lugares como Chiclana, pide productos de aquí, que tengan una marca de calidad, que la gente pueda reconocer como productos de kilómetro cero”.
La marca que ahora viene acompañada con un logotipo inconfundible del color de la bandera del municipio, sirve para “sumar y crear un destino de mayor calidad y de mucha fuerza, porque cuando la gente viene, quiere probar nuestros productos”, expresó el regidor chiclanero.
Por su parte, el representante de Ctaqua, Frederic Fonlut, explicó que “se trata de un producto de calidad, hecho en Chiclana, siendo esta la identidad del producto, junto a la calidad y a la tradición. Hemos desarrollado dos herramientas para el desarrollo de la marca, que es el proceso para hacer cualquiera de los dos tipos de chicharrones. Es preciso conocer el sector, su necesidad, su forma de ser y su forma de hacer, buscando hacer el reglamento del proceso de producción. Lo que buscamos es definir las bases del proceso, dentro de un marco de calidad y producción”.
Como ya señaló José María Román, “esta etiqueta no va a hacer que el producto cueste más, sino que se va a apreciar más, se le va a dar más importancia, y por tanto va a beneficiar al municipio”.
Sin duda, lo que marca la diferencia entre un chicharrón de Chiclana y otro de cualquier parte, es su elaboración, “lo importante es el mimo que se le pone, el cariño, la calidad de la carne, los ingredientes y el tiempo al fuego, son claves, pero, por encima de todo, está el cariño”, subraya el carnicero y experto en chicharrones Francisco Alcántara.
De hecho, la familia Alcántara de Chiclana es una de las grandes maestras a la hora de elaborar este producto.
“Es una tradición muy grande. Tú puedes utilizar los mismos ingredientes, pero nunca queda igual, un chicharrón de Chiclana se distingue por su sabor y textura”, apunta Manolo Alcántara.
Los Alcántara que como dicen ellos “de esto algo sabemos, pues yo empecé con mi padre con nueve años y hasta ahora que mis hijos también han seguido la tradición”, explica Francisco, quien sostiene que “después de tantos años, y de trabajar por el chicharrón de Chiclana, es un auténtico orgullo para nosotros que se certifique su procedencia y se ponga en valor la forma tradicional que tenemos de elaborar nuestros productos. Por fin los hemos conseguido”.
