Del proceso constituyente de Vista Alegre a su llegada al Congreso con 69 escaños, el ganador de seis premios Goya Fernando León de Aranoa se ha colado "en la cocina" de Podemos durante 15 meses para ofrecer un relato sobre "cómo" se construye un proyecto político en tiempo récord para ganar unas elecciones.
El documental "Política, manual de instrucciones", que llega mañana a los cines, en plena precampaña electoral, es lo que su propio título indica, un manual sobre política que "no regatea en los momentos de dificultad" y deja la emoción "en las ranuras de la historia", ha explicado a Efe Fernando León.
Desde ese punto de vista -el foco en la estrategia-, se entiende el protagonismo que acapara su número dos, Íñigo Errejón, aunque el director de "Los lunes al sol" considera que lo interesante es "cómo se complementa" con Pablo Iglesias.
"Ambos tienen una mirada de larga distancia, pero quizá haya más pasión en Pablo Iglesias y Errejón sea más analítico", señala. No sólo entre ellos se da esa complementariedad, también lo ve en otros miembros del partido, como Juan Carlos Monedero o Carolina Bescansa.
"Si escribiera una ficción, construiría esos personajes con todos sus elementos de roce y de conflicto y al mismo tiempo esa complementariedad", subraya.
La narración recorre los momentos clave de la formación, desde el proceso constituyente de Vista Alegre, donde el liderazgo fuerte se impuso al espíritu asambleario, a la crisis de las primarias o los efectos demoledores del caso Monedero.
"La película no regatea en momentos de dificultad, que los han tenido, y casi siempre han aparecido en medios de manera más o menos explosiva. El documental te muestra cómo se vivía y gestionaba internamente. Está contado todo", asegura el cineasta.
Entre otros momentos, el espectador es testigo del instante en que Iglesias propone la famosa frase de "asaltar los cielos" antes de salir al escenario de Vista Alegre e Íñigo Errejón le advierte de que será el titular en la prensa, a lo que Iglesias replica, en otro momento, que "hay que dejar señales a los historiadores".
O de las reflexiones de Errejón sobre las señales de "envejecimiento prematuro" de Podemos tras la crisis que precipitó la salida de Monedero.
León de Aranoa pone el foco en las tensiones entre el discurso populista y transversal, que defiende Errejón, con su ambición de crear algo "completamente nuevo", y por otro lado las tesis de Monedero, más alineadas con la izquierda tradicional.
Como telón de fondo, la crisis económica y social, la desigualdad y las movilizaciones del 15-M que le brindaron a Podemos el momento idóneo para saltar a la arena política.
"Había muchas cosas que contar y teníamos que elegir", dice León de Aranoa. "No se trataba de filmar el programa, eso ya lo explican ellos, sino la aventura complicada de levantar un proyecto político en solo un año".
En ese contexto, la trama se desarrolla a dos niveles. Por un lado, un partido que hace campaña para ganar unas elecciones; y por otro, el "tour de force" de cómo se construyen internamente al mismo tiempo.
"El objetivo del documental es a largo plazo, porque, si realmente inciden y cambian las cosas, será interesante dentro de unos años poder ver qué pasó", reflexiona.
Aunque el tráiler del documental mostraba, desde el humor, ciertos momentos de incomodidad entre los protagonistas y el equipo de filmación, León de Aranoa asegura que ha habido por parte de Podemos "disposición y apertura en todo momento".
"El mero hecho de que exista el documental y que nos hayan dejado grabar -sin puestas en escena, subraya- es algo muy meritorio y que quiero poner en valor, porque no todo el mundo se dejaría".
Y añade que como espectador le interesaría mucho ver un documental "sobre cualquiera de los otros partidos".
"Política, manual de instrucciones" deja poco espacio para la anécdota y el color, y casi nada a lo personal, salvo algún detalle, como cuando Iglesias desvela que estaba de vacaciones en Balsaín (Segovia), en el verano de 2013, con Tania Sánchez, cuando tomó la decisión de dar un paso al frente.
A Errejón, según cuenta, le costó algo más subirse al carro de Podemos, mientras que a Monedero lo convencieron entre los dos, en una cena en su casa, después de dos botellas de Albariño.
Fuente: Irispress