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Sábado 09/11/2024
 

CinemaScope

‘Land of mine’ (Bajo la arena): Guerra y paz

...El ejército danés utilizó a prisioneros de guerra, apenas unos niños y sin experiencia, para localizar y desactivar cerca de 50.000 minas...

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Durante los cinco años que duró la ocupación nazi de Dinamarca, el ejército alemán sembró  más de dos millones de minas en la costa occidental del país. Una vez consumada su derrota y rendición, su homónimo danés utilizó a prisioneros de guerra, apenas unos niños y sin experiencia, para localizar y desactivar cerca de 50.000. Algo que provocó incontables bajas entre ellos.

De este oscuro y feroz episodio, da cuenta esta producción de 100 minutos de metraje, escrita y filmada por Martin Zandvliet, cosecha del 71. Muy bien fotografiada, en sus claroscuros y luminosidad, por una mujer, Camila Hjelm y con una más que digna partitura de Sune Martin. El reparto, coral, aún con ciertos protagonismos, es excelente. Premio del Público en Gijón, tres del Cine Europeo entre otros reconocimientos tales como ser nominada al Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa.

La mirada del realizador -tan honesta y valiente desvelando los trapos sucios históricos de un país, el suyo propio, aparentemente tan civilizado- se mantiene ecuánime en cuanto al tratamiento de vencedores y vencidos. Su empatía justa y necesaria con esas criaturas inocentes, víctimas propiciatorias de un comprensible resentimiento, le lleva a mostrar, en un clima enrarecido, crudo y desasosegante, la brutalidad intolerable del trato feroz y vejatorio que se les dispensa.

Pero es también capaz de reflejar la evolución del cruel sargento, que se relaciona directamente con los chicos, y la de tales vínculos y su enfrentamiento con unos mandos intolerantes en su sed de venganza, hasta su determinación final. Todo ello en un relato nada lineal sino, por el contrario, lleno de giros inesperados y de una tensión in crescendo.

Estamos, pues, ante un poderoso drama sobre los desastres de la guerra, de la postguerra y de una llamada paz, con los daños colaterales del odio y del rencor que nubla cualquier atisbo de derecho y que ampara cualquier exceso. Estamos ante una película que no deberían perderse.

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