El Córdoba sumó este sábado su primer punto en su regreso a Primera ante un Celta que se adelantó tras la reanudación con un gol del chileno Fabián Orellana, el mejor del equipo gallego, que dominó claramente en la primera parte, pero los locales mejoraron tras el descanso y hasta pudieron ganar.
A los cinco minutos Orellana dio el primer aviso. Una internada del chileno le llevó a plantarse ante Juan Carlos pero ni tiró ni centró por lo que el balón se paseó por el área pequeña hasta llegar a Larrivey que volvió a repetir la jugada hasta que un zaguero cordobesista despejó el peligro.
Fue la primera, pero no la última, acción de un Orellana que se convirtió en una pesadilla para los blanquiverdes a los que les costaba llegar a las inmediaciones de Sergio Álvarez. Al cuarto de hora el chileno puso a prueba a Juan Carlos, que evitó así el primero de la tarde para el Celta.
Tres minutos después Nolito llevaba el balón a la red, aunque el tanto fue anulado por fuera de juego, pero de nuevo el Celta se había plantado dentro del área local a base de un preciosista juego de toque que no podían frenar los pupilos de Ferrer.
Al Córdoba le costó mucho entrar en el partido pese a contar con una afición volcada en su vuelta a Primera en El Arcángel. No fue hasta superada la primera media hora de juego cuando el argentino Fede Cartabia en una primera acción llegó a línea de fondo pero no encontró rematador.
A renglón seguido el exvalencianista probó suerte desde fuera del área y su disparo se fue fuera por poco. Fue el primer lanzamiento a gol del Córdoba cuando restaban diez minutos para el descanso al que se fueron milagrosamente con el 0-0 inicial.
El Celta había merecido más y encontró el fruto a su trabajo a los seis minutos de la reanudación con el gol de Orellana, no podía ser otra. El chileno trazó una diagonal por la banda derecha, y desde el interior del área ajustó su disparó al palo corto de un Juan Carlos que no estuvo fino y vio como el balón entraba en la red.
Con todo no tardaría en reaccionar el Córdoba, porque ocho minutos después Fede Cartabia ponía la igualada. Como en el caso del Celta, no podía ser otro que el argentino el que marcase para los locales, la mandar al interior de la red un rechazo a la altura del punto de penalti tras un centro desde la derecha Rossi.
El panorama cambió con la igualada y se vio otro partido más abierto en el que cualquier de los dos pudo ganar. Ambos buscaron la victoria sin reservas.
Las llegadas de ambos equipos fueron constantes pero sin precisar en sus remates, sobre todo en una acción a tres del final de Xisco, pero la falta de acierto en los metros finales de ambos hizo que no se moviera el citado 1-1.