En Córdoba y provincia existen 13 examinadores de la DGT y más de 200 autoescuelas que advierten del problema que se les viene encima y que se suma al retraso de dos meses que tienen para poder mandar a sus alumnos al examen práctico de conducir. Porque así es como ven el sistema CAPA, como un problema. "Es un cupo en cubierta impuesto por la Jefatura Provincial de Tráfico", afirman.
La implantación de este sistema por parte de la Jefatura Provincial de Tráfico en Córdoba se producirá el 20 de abril, siendo la última provincia andaluza en entrar en vigor. Las propias autoescuelas pidieron una intermediación ante este órgano para que se suspendiese la entrada en vigor del nuevo sistema hasta no haber acabado con los retrasos.
Sin embargo, sigue lloviendo sobre mojado para este sector y hoy alrededor de 200 vehículos (coches y camiones) se han manifestado para hacer visible su situación. Una situación compleja y que podría empeorar porque "entre examen y examen, por ejemplo los suspendidos, ya están preparados para presentarse y no van a seguir dando clase pero han de esperar mucho tiempo para intentarlo de nuevo, y eso puede llevarnos a muchas autoescuelas a perder alumnos y a la ruina", dice Rafael Cruz, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Córdoba.
En declaraciones para Viva Córdoba, la Jefatura Provincial de Tráfico defiende que el sistema CAPA es la solución organizativa adaptada a las circunstancias actuales debido al aumento de solicitudes de examen de los últimos meses por la pandemia, las cuales han subido un 30%.
Dicen que en estos momentos hay incertidumbre en el tiempo que se tardará en fijar las fechas de examen. Una incertidumbre que con el CAPA desaparece porque la idea en Córdoba es la de establecer ciclos de diez días para que las autoescuelas presenten a examen a un número de alumnos acorde a la capacidad de la oficina y no a demanda libre, siendo la propia autoescuela la que deberá planificar y organizar las clases prácticas de los aspirantes en función de cuándo se examinen.