La gran defensa del Blusens Monbus mantuvo al equipo en la lucha por clasificarse para la Copa del Rey después de vencer en el Fontes do Sar al Lagun Aro (71-60) con un destacado tercer cuarto en el que dejaron a su rival en solo cuatro puntos.
Las dudas fueron protagonistas en los primeros instantes, pues ambos equipos no eran capaces de conseguir fluidez en el juego de ataque a pesar de que las defensas individuales tampoco eran demasiados férreas.
Qyntel Woods, con nueve puntos en el primer periodo, fue el hombre más destacado en el inicio del encuentro y el entrenador local, Moncho Fernández, optó por cambiar su defensa a una zona 3-2 para evitar así el lanzamiento exterior del norteamericano y durante unos minutos se respiró igualdad (14-14, min. 8).
Aunque se evitaron los triples frontales y desde 45 grados aparecieron problemas en el rebote defensivo, de los que se benefició el equipo visitante, y llegaron los tiros desde la esquina que, combinados con seis pérdidas, dieron la primera ventaja al GBC al final del periodo (18-22), cuando la defensa había vuelto a ser individual.
Al inicio del segundo cuarto volvieron las pérdidas y la ventaja aumentó para ser máxima (23-32, min. 15) antes de varios cambios en el equipo local para volver a dar fortaleza a una defensa que estuvo casi cinco minutos sin encajar un tiro de campo.
Los hombres de Sito Alonso no anotaron entre el 15' y el 20' más que desde el tiro libre en dos lanzamientos, aunque en este tiempo solo llegaron cinco puntos locales, un triple de Ben Dewar y una canasta de William Buford, que sirvieron para maquillar el resultado al descanso (30-35).
En cuanto se reanudó el partido cambiaron los papeles de forma drástica. Un parcial de 9-0, culminado con un triple de Alberto Corbacho, que solo había metido una canasta hasta el momento, dio un empujón fundamental que animó al Fontes do Sar y neutralizó todo lo bueno que había hecho el rival hasta el momento (39-35, min. 24).
Cada buena defensa espoleaba un poco más al Blusens Monbus en ataque y cada canasta encajada hacía que los jugadores del Lagun Aro intentasen hacer la guerra por su cuenta.
El equipo de San Sebastián solo anotó cuatro puntos en todo el periodo, una canasta en el 24' y otra en el 29', mientras Andrés Rodríguez dirigía a los suyos de forma sensacional, con asistencias de mucha calidad y penetraciones certeras cuando el equipo lo necesitaba para tener la máxima ventaja justo antes de empezar el cuarto periodo (52-39) con Woods sentado con 4 faltas personales.
Pavel Pumprla, baluarte en todas las facetas del juego que requieren de intensidad como la defensa y el rebote, dejó casi sentenciado el choque en una de las primeras acciones del siguiente acto, algo que corroboraría Corbacho poco después con un lanzamiento exterior y una ventaja de 17 puntos (57-40. min 32).
Poco quedaba por hacer y la defensa local se relajó un poco, lo que significó que el conjunto visitante pudo recortar distancias aunque el partido estuvo en todo momento controlado por el Obradoiro.
La cita no solo fue especial para ambos conjuntos, pues el árbitro dos, el badalonés Lluís Guirao, cumplió con este encuentro 500 partidos en la Liga ACB después de 16 temporadas en la máxima categoría del baloncesto nacional.
