El Real Madrid firmó otra goleada (1-4), continúa encadenando victorias (20) y agravó la crisis de un Almería que, pese a la derrota, tuteó al equipo blanco en algunas fases del duelo.
El Almería empezó sorprendiendo ya desde la alineación. El técnico interino Miguel Rivera colocó a Fran Vélez en el lateral izquierdo y adelantó a Dubarbier al extremo. Precisamente el argentino tendría la primera gran ocasión del partido, a los tres minutos, tras un centro desde la derecha de Michel Macedo.
El equipo de Ancelotti se hizo con el control del balón y marcó el ritmo, esperando los desmarques de Benzema o Bale y las individualidades de Cristiano Ronaldo.
A pesar de ese dominio, el Madrid tardó en encontrar el camino de la portería rojiblanca. La prueba es que en la primera media hora solo tiró una vez a puerta, por medio de Kroos, quien, a la salida de un córner y desde la frontal del área, enganchó un lanzamiento que, tras dar en un defensa, se estrelló en una escuadra de la portería local.
Si la primera media hora fue de relativa calma, los últimos quince minutos hasta el intermedio fueron de auténtico desenfreno. A los 34 minutos, en el segundo disparo a puerta del Madrid, Isco, tras controlar el balón dentro del área, superó a Rubén con un disparo con 'rosca' y ajustado a un poste.
En el 39, Verza, desde algo más de 20 metros, batió a Casillas con un potente disparo tras un despeje de Varane para establecer el empate. Y en el 42, Bale, de cabeza, también encontrado el fondo de la red para adelantar otra vez a los madridistas.
Con el 1-2, el partido se abrió en la segunda mitad, con un Almería que propuso más y un Madrid que intentó matar a la contra.
El Almería tuvo una inmejorable oportunidad para igualar de nuevo, en un penalti cometido por Marcelo sobre Édgar, pero Iker Casillas paró el lanzamiento de Verza y evitó un duro golpe al equipo madrileño.
El penalti fallado fue un jarro de agua fría para el conjunto local y el Real Madrid impuso su pegada para rubricar una victoria contundente.
El gol que sentenció el encuentro llegó a ocho minutos del final. Lo marcó Cristiano Ronaldo, a puerta vacía, tras una asistencia de Benzema, y el luso, a pesar de una discreta actuación, aún tuvo tiempo para firmar el cuarto.