Es verano, o al menos eso dice el calendario. Pero lo cierto es que el termómetro se niega a subir y lo que para muchos es un alivio por una agradable temperatura alejada del asfixiante calor típico del mes de julio, para otros es una de las causas por las que el turismo ha bajado en este mes estival. Antonio De María, presidente de Horeca, considera que estas condiciones meteorológicas están “perjudicando” al número de visitantes. “En esta primera quincena los hoteles están a un 75 por ciento, que es una cifra baja”, apunta De María, quien estos datos los achaca al hecho de que “quien está de vacaciones en julio siempre espera a que llegue el calor, por ello se nota en los hoteles una baja demanda”.
Esta bajada en los hoteles y alojamientos provoca a su vez una bajada de clientes para la hostelería de la zona. También se percibe en las noches que las terrazas no muestran la estampa habitual ‘a rebosar’ de los meses de verano. “Notamos que aún no han llegado los turistas, porque la climatología aquí afecta mucho. Quienes tienen un mes de vacaciones no se van a venir a la playa sabiendo que hace frío”, señala el presidente de Horeca.
Por su parte, empresarios de la hostelería y de empresas turísticas destacan que aún es pronto para alarmarse, ya que los turistas empezarán a llegar poco a poco a partir de la segunda quincena de julio y también durante el mes de agosto. Antonio De María respalda esta idea, y confía en que las cifras mejoren y se note “el resurgir de la demanda” a partir del día 15. Para aquellos que se piensen si venir que no olviden echar en el equipaje una ‘rebequita’.