“Inicio de demolición el martes”. Ese es el cartel que tantos portuenses estábamos esperando y que después de muchos años por fin pude ver colgado en el último bloque de la ya antigua Barriada de José Antonio. Una barriada a la que casi todos le llamábamos “Purina”, que era sinónimo de drogas, conflictos y marginalidad y que hasta tuvo su momento de “gloria” – más bien desgracia – en un reportaje de Callejeros.
Ese era nuestro Puerto, uno de los protagonistas de la marginalidad y la venta de drogas en la Bahía, una tristeza para todos los que amamos a nuestra ciudad de los Cien Palacios. Pero ahora, gracias a una apuesta clara y la colaboración del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía (a través de AVRA) tenemos un paso más ganado para desterrar ese fantasma de la delincuencia a orillas del Guadalete.
Esta no es la solución a los problemas que esta barriada generaba, ni mucho menos, pero un primer paso importante para darles solución es dignificar a estas personas y eliminar la concentración de delincuencia. Y es que, al igual que en las empresas, la concentración en un punto de una misma actividad genera sinergias y retroalimentación, lo cual agranda la actividad que se realiza en dicho punto. En este caso, esa concentración de actividades propias de la delincuencia que antes se expandían con mayor fervor queda diluida y con ello más apagada.
Ha sido digno de ver cómo dos administraciones distintas se han unido para dar solución a tamaño problema. Con un liderazgo decidido y sin demasiada estridencia de nuestro Alcalde, Germán Beardo, nos damos cuenta cómo la Junta de Andalucía empieza a mirar a El Puerto de una forma que antes no hacía. Y esto es motivo de orgullo para nosotros, pues paso a paso y de forma sólida comenzamos a tener la ciudad que los portuenses nos merecemos.