Sin una fecha definida para su traslado, el Vaporcito continúa desmoronándose gradualmente; la última sección en colapsar ha sido su popa, lo que representa un riesgo para quienes transitan por sus alrededores.
Era el informe de la empresa a cargo de las obras del Paseo Fluvial quien advertía hace ya meses su estado, “un peligro potencial debido al riesgo de derrumbe”. Motivo por el que el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, instaba hace meses a la Asociación Portuense El Vaporcito, propietaria, a retirarlo con urgencia. Ante esta situación, el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, instaba a la Asociación Portuense El Vaporcito, propietaria del barco, a retirarlo con urgencia. A pesar de la negativa inicial de la asociación, que temía posibles sanciones debido a su condición de Bien de Interés Cultural (BIC), finalmente se acordó donar la embarcación a Impulsa para que fuera la empresa municipal la encargada de retirarla.
Se suponía que su traslado a una nave se llevaría a cabo más pronto que tarde. Sin embargo, esto no ha sucedido y sus restos continúan derrumbándose, incluidos aquellos que se pensaban recuperar para crear un elemento conmemorativo y explicativo en su honor. Ya ni siquiera sus restos se salvan, según varios expertos.
Vox pide urgentemente la retirada de las ruinas del vapor por el peligro que supone.
“Lo que podría ser un monumento en dicho paseo de un Bien de Interés Cultural se acaba de convertir en un peligro y un reflejo de la realidad de parte de nuestro centro histórico, el antiguo muelle del vapor y parte de nuestros monumentos en estado de abandono perdiendo partes de nuestra cultura y belleza de la ciudad. Esto es una realidad que desgraciadamente existe en El Puerto por culpa de la falta de acción del gobierno municipal de Beardo y el Partido Popular”, denuncian.
Exigen una solución inmediata para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar una imagen lamentable para la ciudad.