El círculo se cierra y los movimientos se suceden. El tiempo apremia en la búsqueda de una solución factible y de ahí que este martes haya prevista una reunión al objeto de intentar cimentar las bases de un proyecto deportivo, en el futuro más inmediato del Racing Club Portuense.
El lugar elegido es un conocido restaurante portuense donde están citadas las tres partes, con cinco comensales, en un almuerzo que debe servir a modo de planificación a lo que será el venidero Racing.
El encuentro estará compuesto por el propio club, un emisario del ex presidente Manuel Lores y el propio Ayuntamiento. La finalidad es meridiana, en la recta final del proceso concursal y con unas elecciones para el mes de mayo, el relevo o los acuerdos de traspaso, se debieran perfilar en un posible preacuerdo de las condiciones en las que pasará a formalizarse la entidad en los próximos meses.
Sobre la mesa hay varios puntos a tratar. El primero y más importante y el que espera se produzca algún movimiento de fichas es el club racinguista, que desea conocer las intenciones del propio alcalde, que está previsto acuda a dicho encuentro, para conocer de viva voz las intenciones de éste respecto a la situación en la que pudiera pasar la entidad en fechas próximas.
Las bases se empiezan a precisar y a concretar con vistas a darle una viabilidad a una situación compleja. Y es ahí, donde pudiera ser determinante el papel a desarrollar por el Consistorio. Conocer de éste sus intenciones, pudiera dar un nuevo giro a la situación o por el contrario, vuelta al principio, empezar de nuevo y valorar otra salida airosa o menos traumática.
Con una nueva junta directiva en puertas (en la actualidad llamado ‘grupo de trabajo’), la actividad se sucede en el plano administrativo, en pos de encontrar una respuesta positiva al venidero futuro de la entidad.