El tiempo en: Mijas
Viernes 29/11/2024
 

El Puerto

Desandar lo andado

Columna de opinión de El Dedócrata.

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

Estamos acostumbrados a oír que el hombre es un animal de costumbres. Resulta que determinadas conductas que llevamos a cabo con frecuencia son difíciles de abandonar y proyectamos una imagen fija toda la vida o gran parte de nuestra existencia.

Al escribir este artículo estoy pensando en alguien que intenta, desde su atalaya, influir en otros sometiéndolos a sus deseos o, lo que es aún peor, creyendo que con sus decisiones va a hacerles cambiar de opinión.

Pobre ignorante, no se da cuenta que la manera de actuar es la consecuencia de algo sobrevenido y no una inclinación natural. Espero que no sea esto último y que pueda rectificar, porque la reiteración tiene consecuencias muy notables, de tal manera que con una repetición acertada se progresa y con una equivocada, se retrocede.

La ruptura de una cadencia perjudica o beneficia según sea buena o mala. No se puede confundir lo que se quiere con lo que debemos querer. Una forma diferente de ser pasa ineludiblemente por una forma diferente de pensar.

Lo sobrevenido de los buenos y malos hábitos no es algo que aparece de la noche a la mañana, sino que, según mi criterio, son cuatro pasos en su conjunto los que nos conducen a la realidad: surge y se desarrolla en el seno familiar, que está o no en la cota exigible para educar debidamente de acuerdo con las circunstancias de cada momento; confía en el círculo de amigos, apropiado o no; sigue con una formación escolar exitosa o fracasada, y se alimenta de unos medios escritos y audiovisuales que tienen mayor o menor rigor y calidad.

Pido perdón a mis lectores por lo filosófico que me he levantado esta mañana, pero alguien ha de saber en función de sus usos cuántas veces para o tendrá en consideración a los mismos. No debemos olvidar que la permanencia en el tiempo de buenos o malos hábitos conduce al fracaso o al éxito. El camino de vuelta hay que recorrerlo desandando lo andado.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN