El secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, ha avanzado que los ingresos tributarios cerrarán el año por encima de las previsiones inicialmente contempladas y ha defendido la "prudencia" en cuanto a las estimaciones recogidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023.
Durante su intervención en la comisión de Presupuestos en el Senado, el secretario de Hacienda ha explicado que buena parte de la positiva evolución de los ingresos fiscales este año se debe al crecimiento económico y la creación de empleo, aunque una parte también responde a la inflación.
En concreto, el impacto de la inflación en la evolución de los ingresos fiscales es del 25%, mientras que el 75% de la evolución en lo que va de año se debe a la mejora de la economía y de la creación de empleo.
Pero hay otra parte de la evolución de los ingresos tributarios, según ha explicado Gascón y ha apreciado también el gobernador del Banco de España, que responde a "residuos" que desde el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos "no les encuentran explicación".
Gascón considera que esto podría responder a la reducción de la economía sumergida y también al cambio del comportamiento financiero de los ciudadanos, al incrementarse los pagos con tarjeta e impulsarse el cumplimiento voluntario entre los ciudadanos.
Gascón ha recordado que el plan presupuestario que se remitió el 15 de octubre a Bruselas contenía dos escenarios. El primero es en el que se basa el presupuesto para el año 2023, un escenario que se construyó sobre la base de la información que había antes del verano en relación con los ingresos fiscales.
Pero posteriormente, y de cara al envío del plan a Bruselas, el Gobierno decidió actualizarlo y recoger un segundo escenario, dado que la evolución de los ingresos tributarios en el ejercicio 2022 está siendo "muy positiva".
De hecho, Gascón ha explicado que hasta hace poco se registraba una tasa de crecimiento en torno al 18% en cuanto a los ingresos gestionados por la Agencia Tributaria, mientras que los ingresos que gestionan directamente las comunidades autónomas se mueven en tasas similares.
"Por eso entendemos que es necesario trabajar con un escenario dos que nos permite calibrar cuál es el margen que tenemos para adoptar medidas adicionales en el caso de que hubiera que prorrogarlas como consecuencia de la situación de crisis energética que estamos viviendo", ha explicado.
El secretario de Estado ha puesto en valor que, a pesar de las incertidumbres, el Gobierno ya casi ha conseguido sacar adelante el tercer presupuesto de forma consecutiva, si la Cámara Alta finalmente le da 'luz verde' definitivamente en unas semanas. "Supone dar estabilidad al país, en particular en el ámbito económico, lo que es muy necesario en momentos de incertidumbre como los que vivimos", ha subrayado.
En el presupuesto se incorporan determinadas medidas tributarias para hacer frente a la situación actual, marcada por la escalada de precios. En concreto, hay una reducción del IRPF para las rentas del trabajo entre 15.000 y 21.000 euros de tal manera que se alivia la carga fiscal que tienen que soportar los ciudadanos.
En el IVA se adoptan determinadas medidas muy técnicas derivadas de la aplicación de directivas europeas y también hay una reducción de tipo para los productos de higiene femenina. También hay una mejora en la deducción por maternidad.
Gascón ha defendido este paquete de medidas impulsadas por el Gobierno, frente a la deflactación de la tarifa del IRPF por la que se aboga desde determinados sectores. Según Gascón, esta medida supone una reducción de impuestos con carácter general y, en su opinión, se debe de hacer frente a la situación con acciones más focalizadas, tal y como recomienda el Banco de España.
Además, ha destacado las bajadas de impuestos energéticos para hacer frente a la subida de precios, que supone un "esfuerzo" fiscal que sólo en el cuarto trimestre del año supondrá una merma de recaudación de unos 2.000 millones.
De su lado, el secretario de Estado ha hecho mención al "carácter finalista" de los nuevos gravámenes temporales para el sector eléctrico y para el sector financiero y también del tributo de solidaridad de las grandes fortunas, que también nace con vocación temporal sin perjuicio de que vaya a ser evaluado cuando transcurran dos años.
"Estas estos nuevos gravámenes tienen carácter finalista, aunque no van a generar ingresos afectos, pero sí que su finalidad es contribuir a aliviar la situación de crisis energética y en particular la situación de la población más vulnerable", ha destacado.