La facturación del sector del transporte de viajeros por carretera aumentó 35% en España en 2022, hasta los 3.100 millones de euros, lo que supone en torno al 85% de los ingresos que obtenía antes del estallido de la pandemia de coronavirus en 2020.
Así se desprende de las cifras provisionales del Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de Cesce), que confirman que el sector creció un 24% en 2021, hasta los 2.300 millones de euros, gracias al levantamiento progresivo de las restricciones a la movilidad y la mejora del poder de compra de los usuarios de servicios regulares y no regulares.
También contribuyó al crecimiento la recuperación del número de turistas extranjeros, en un contexto en el que la subida del precio de los carburantes provocó un cierto desplazamiento de viajeros hacia los medios públicos de transporte.
En términos de número de viajeros, el segmento de transporte regular de uso general recuperó el nivel de los 500 millones de usuarios en 2021, tras aumentar un 25%, con un ligero crecimiento tanto del servicio de cercanías como de los servicios de media y larga distancia especialmente.
El servicio de transporte especial (transporte escolar y laboral) contabilizó un ascenso del 41%, hasta los 298 millones de viajeros, impulsado por la demanda escolar.
Por su parte, el servicio de transporte discrecional alcanzó los 67 millones de usuarios, un 35,5% más, aunque manteniéndose muy por debajo de los más de 200 millones anuales que se registraban antes de la crisis sanitaria.
El sector sigue presentando una tendencia de progresiva concentración, de forma que desde el año 2000 han desaparecido cerca del 30% de las empresas. En enero de 2022 se encontraban autorizadas para la prestación de servicios públicos 3.160 compañías.
La tendencia de concentración se refleja en el aumento de la cuota de mercado conjunta de los principales operadores, de forma que los diez primeros reunieron en 2021 algo más de la mitad del volumen de negocio sectorial.
El número total de vehículos autorizados para el servicio público se situó en 44.141 unidades a comienzos de 2022, con una media en el entorno de los 14 autobuses por empresa. Sin embargo, las dos terceras partes de las compañías cuentan todavía con diez vehículos o menos, mientras que se identifica algo más de un centenar con más de 60 autobuses.
