Otros tres rehenes de los 15 que continuaban en el interior del vehículo cuando las fuerzas de seguridad consiguieron penetrar en el vehículo, salieron ilesos y se desconoce, hasta el momento, el estado del resto.
El secuestrador, Rolando Mendoza, murió al ser alcanzado por un disparo en la cabeza efectuado por un tirador con un arma de precisión.
El ex policía que abrió fuego con su fusil ametrallador M-16 cuando los miembros de las fuerzas de seguridad llevaron a cabo el primer intento de penetrar en el vehículo, cerca de la plaza Rizal.
Cerca de una veintena de agentes se situaron a ambos lados del vehículo y a mazazos rompieron la luneta delantera al mismo tiempo que trataban de abrir a la fuerza todas las puertas.
La Policía identificó al sospechoso como Rolando Mendoza, un antiguo inspector con el grado de capitán.