Según fuentes policiales, un terrorista empotró un coche-bomba que conducía contra las dependencias policiales. En un ataque similar, perpetrado contra otra comisaría ubicada en el barrio de El Cairo, en el noreste de Bagdad, al menos quince personas perdieron la vida y 58 resultaron heridas.
En Karbalá, el estallido de un vehículo cargado con explosivos cerca de otra comisaría en el barrio de Al Naser causó seis muertos y cuatro heridos, dos de ellos agentes.
Además, varias patrullas de la Policía y del Ejército iraquí fueron objetivo de atentados en Faluya, 50 kilómetros al oeste de Bagdad; en la zona de Domiz, al sur de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital, y el área de Bahraz, al sur de Baquba, que dejaron cuatro fallecidos.
También, un puesto de control policial en el barrio bagdadí de Al Bayá, en el suroeste, fue atacado por un grupo de hombres armados que mataron a tiros a un oficial de la policía y causaron heridas a otros dos agentes.
Asimismo, se registraron atentados dispersos en otros distritos de la capital; en Mosul y en Al Maqdadiya y Baladruz.
En un comunicado, el primer ministro iraquí saliente, Nuri al Maliki, apuntó a una alianza de la organización terrorista Al Qaeda y el ex partido gobernante Baaz, del difunto dictador Sadam Husein, como culpable de los ataques de ayer. “Al Qaeda y sus aliados del ex partido gobernante Baaz han vuelto a perpetrar crímenes brutales contra ciudadanos inocentes e instituciones del Estado en Bagdad y provincias con el objetivo de alterar la seguridad y la estabilidad”, apunto Al Maliki.