Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países de la OTAN van a proponer al presidente ruso, Dmitri Medvédev, profundizar la cooperación, y la participación de su país en un sistema de defensa contra ataques con misiles.
"Por primera vez, las naciones de la OTAN y Rusia van a discutir cooperar para proteger el territorio europeo y sus poblaciones", afirmó Rasmussen en su discurso de apertura de la reunión.
También dijo que "vamos a implicarnos en una cooperación más profunda frente a las amenazas comunes, desde la piratería a la proliferación de armas, pasando por el terrorismo".
El secretario general de la OTAN precisó que la organización va a establecer con Rusia "un grado de cooperación sin precedentes en la lucha contra el terrorismo, el extremismo y contra el tráfico de estupefacientes procedentes de Afganistán, que constituyen una amenaza para todos nosotros".
Señaló además que espera que el presidente ruso apoye la propuesta de la Alianza para incrementar el tránsito a través de Rusia de suministros militares destinados a Afganistán, que excluyen armas y municiones.
La cumbre que hoy han comenzado en Lisboa es la primera que celebran la OTAN y Rusia desde el enfriamiento de sus relaciones en el verano de 2008 a raíz de intervención rusa en Georgia.
Superada esa crisis, la Alianza Atlántica quiere relanzar las relaciones con su antiguo adversario de la Guerra Fría y ayer viernes los jefes de Estado y Gobierno aliados decidieron invitar a Moscú a cooperar en un "escudo" antimisiles.
Según fuentes de la OTAN, no se trata de crear un "único sistema integrado", sino de explorar cómo se pueden hacer compatibles los que sistemas que tiene Rusia y el que desarrolla la Alianza.