Las autoridades islandesas señalaron que no se había producido nada reseñable la pasada noche en el volcán, aunque alertaron no obstante de que aún podrían ocurrir explosiones en el cráter, por lo que se recomienda no acercarse a menos de dos kilómetros.
El Grimsvotn, situado bajo el glaciar Vatnajoekull, no ha expulsado ceniza a la atmósfera desde hace más de 24 horas.
En las horas posteriores al comienzo de la erupción, la nube de ceniza llegó a alcanzar los 20.000 metros, pero se ha ido reduciendo progresivamente hasta el mínimo, si bien los expertos calculan que seguirá desplazándose alrededor del globo hasta después del próximo fin de semana.
Científicos del Instituto Meteorológico de Islandia han calificado la erupción como la más poderosa en esta isla del Atlántico Norte desde la del Hekla en 1947.
Durante las primeras 24 horas, el Grimsvotn expulsó más ceniza y más rocas que el Eyjafjalla en 40 días el año pasado.
Los análisis realizados por el Instituto de Geociencias de la Universidad de Islandia revelaron que la ceniza del Grimsvotn es más pesada que la del Eyjafjalla, por lo que no se desplazó tan fácilmente por las capas altas de la atmósfera.
La ceniza procedente de la erupción del Eyjafalla causó graves perturbaciones al tráfico aéreo europeo hace un año, mientras que la del Grismvotn apenas ha creado problemas menores durante unos días en los países escandinavos, el Reino Unido y Alemania.
La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) indicó hoy que el espacio aéreo europeo se encuentra completamente abierto y que no se esperan alteraciones graves del tráfico aéreo en las próximas 48 horas.
Las autoridades islandesas realizan desde ayer trabajos de limpieza de ceniza en varias localidades del sur de Islandia, las más afectadas por la erupción.
La primera ministra islandesa, Jóhanna Sigurdardóttir, ya había dicho ayer en un comunicado, tras visitar la zona, que "lo peor ha pasado" y que los problemas en el tráfico aéreo europeo se deberían resolver "rápidamente".
El Grimsvotn, el volcán más activo de Islandia, había entrado por última vez en erupción en 2004, y esta se prolongó unos pocos días, afectando al tráfico aéreo islandés por un corto período.
Los geólogos ya habían anunciado que el Grimsvotn, que suele entrar en actividad cada lustro, volvería a sufrir una erupción a lo largo de este año.