Algo parecido sucede en Torremolinos, y Mijas pretende sumarse el año próximo a esta fórmula con la elaboración de un reglamento que permita a los empadronados abonar menos impuestos mediante subvenciones. Así, a diferencia del resto, los que no formen parte del padrón tendrán que abonar un IBI actualizado según el IPC.
Otros municipios no tienen todavía claro qué mapa tributario van a dibujar para 2012, aunque en sus intenciones se vislumbra huir de la congelación. Archidona y Campillos son dos de ellos, si bien el segundo quiere revisar el cobro de algunas tasas que no se ingresan regularmente. Esa revisión afectará a la expedición del certificado de empadronamiento, y a las de segregación o apertura de nuevos establecimientos.