Asimismo, la agencia otorga al 'rating' portugués una perspectiva 'negativa', lo que abre la puerta a más recortes de calificación en el medio plazo.
Fitch justifica su decisión de recortar el 'rating' de Portugal en los grandes desequilibrios fiscales del país, así como en el elevado endeudamiento en todos los sectores y las adversas perspectivas macroeconómicas.
De hecho, la agencia ha rebajado las expectativas de crecimiento de Portugal a raíz del empeoramiento de las previsiones para el conjunto de Europa. De este modo, Fitch prevé una contracción de la economía lusa del 3% en 2012 y advierte de que la recesión complicará los planes de consolidación fiscal del Gobierno portugués y afectará negativamente a la calidad de los activos de la banca lusa.