"Hemos de ir a jugar el partido y a ganar, es la única manera. Si no son mucho mejores que nosotros en juego aéreo, a la contra y en el disparo lejano. Intuyo que nos va a marcar en el Camp Nou y habrá que hacer goles", manifestó en rueda de prensa.
En este sentido, apeló a la monopolización del balón y a vigilar las contras, así como a una animación constante del Camp Nou, para sentenciar de la mejor manera la eliminatoria. "Somos un club que queremos hacer las cosas a través del juego", recordó.
Guardiola dejó claro otra vez que su respeto al eterno rival es "casi reverencial", por lo que se toma muy en serio el choque y espera al mejor rival. "Solo sé que mañana será el peor rival posible al que nos podamos enfrentar. El problema de este partido es que ya estamos clasificados y ellos eliminados y todavía hay que jugarlo", advirtió.
"Imagino una eliminatoria igualadísima al final, que hasta los últimos minutos los dos estaremos con opciones de pasar y sé que tenemos opciones de pasarla si pensamos en cómo defenderles y atacarles lo mejor posible, y que la gente nos eche una mano durante todo el tiempo. Es una oportunidad importantísima de estar en otra antesala de una final", espetó.
Por ello, se mostró firme en cuanto a que el 1-2 de la ida no es garantía de nada. "Ni que viniéramos con un resultado mejor estaría igualadísima. El año pasado en 'Champions' veníamos con 0-2 y con el 1-1 aquí con el silencio del Camp Nou se notó", recordó en referencia a la semifinal del pasado año. "Hemos hecho parte del trabajo pero el Real Madrid nos puede eliminar", aseveró.
"Me gusta pensar que es la eliminatoria más difícil porque así lo será. El Madrid nunca da nada por hecho. Y nosotros hasta el final lo intentamos y mañana va a ser así", argumentó un Guardiola que se siente muy bien en el Barça y es "muy feliz" en el club de su vida.
"DEJEMOS EN PAZ A PEPE"
En cuanto al caso Pepe, todavía inmune pese a su pisotón a Leo Messi, el de Santpedor apeló al 'seny' catalán y al carácter afable de la mayoría de la masa blaugrana, y pidió que se deje al portugués "en paz" en caso de que juegue para que no se repita lo vivido en el regreso de Luis Figo al Camp Nou.
"Mañana viene el Real Madrid, no un jugador ni un entrenador en concreto. Dejemos en paz a Pepe y si juega olvidemos el pasado. Si se calienta mucho el ambiente es que el culé no ha aprendido la lección", advirtió.
"Si se da otra situación como la de Figo es que no hemos aprendido nada. El culé está muy arrepentido de aquello. Si pasa estaré más dolido que con una posible eliminación. La gente viene a ver un espectáculo y a participar con nosotros de un juego", se sinceró en este sentido. Por ello, deseó que el campo esté "lleno hasta la bandera" y con el mejor de los ambientes posibles.
La anécdota de la rueda de prensa llegó cuando le preguntaron por una posible cena con su colega José Mourinho para solucionar las cosas y hablar de fútbol. Guardiola, en tono distendido y sincero, respondió: "Seguro que tarde o temprano en nuestras vidas podrá darse, cuando ya no estemos en activo seguramente".
"Ahora no tendría sentido porque intentaríamos engañarnos. Para mí sería un placer, sigo pensando que es un entrenador con muchos conocimientos", manifestó en este sentido.