El nuevo partido Izquierda Abierta, que este sábado celebra su Asamblea Constituyente en el Ateneo de Madrid y que promueven entre otros, el diputado de IU Gaspar Llamazares y los escritores Almudena Grandes y Luis García Montero, nace con el objetivo de "contribuir en la reconstrucción de la izquierda" y convertirse en la "representación política" de la "indignación".
Así lo ha asegurado Llamazares durante su intervención en el acto de presentación del proyecto al inicio de la Asamblea, en el que también ha explicado que la nueva formación quiere ser "un espacio abierto" dentro de Izquierda Unida que trabaje para "establecer lazos con todas las fuerzas sociales y políticas" de la izquierda.
"Dicen los naturalistas que en otoño hay a veces focos de nueva primavera. En el otoño de la democracia y de los derechos sociales, en el que amenaza un duro invierno en nuestro país, nace Izquierda Abierta", ha apuntado para insistir en que su intención es "cooperar sobre todo en la reconstrucción de la izquierda".
En este sentido, ha reconocido que "han sido demasiadas" las confrontaciones que se han protagonizado en la izquierda, y que por ello, uno de sus rasgos será la "fraternidad republicana". "Queremos un futuro para la izquierda fraterno y amable", ha reiterado para añadir que su deseo es que, "ahora que se ha ido la mala esperanza", en referencia a la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, la izquierda recupere "la esperanza y la ilusión política".
Así, ha destacado que movimientos como el 15-M o la Cumbre Social del pasado 15 de septiembre "han demostrado la potencialidad de la virtud del republicanismo cívico", al tiempo que ha señalado que la "indignación" que representan, entre otros, dichos movimientos, requiere "una representación política".
"Nuestro principal objetivo es configurar un frente de mayoría social y política que represente esa protesta. Estamos dispuestos a esa presentación", ha defendido, para insistir en que Izquierda Abierta "participará en la indignación y en las protestas" allá donde las haya, para denunciar "el desmantelamiento de los derechos sociales, el desempleo" o el deterioro de la democracia.
CONTRA EL "SÍNDROME DE ESTOCOLMO DEL GOBIERNO"
Entre sus principales objetivos también estará, según ha confirmado el diputado de IU, luchar contra "el camino del síndrome del Estocolmo" que, a su juicio, "padece el Gobierno" y que pasa por "la intervención, los ajustes y el secuestro". "Es el camino de Grecia, de la pérdida más importante de derechos de las últimas décadas. Es un camino a ninguna parte", ha criticado.
En este sentido, ha rechazado "la ley del embudo" que aplica el Gobierno a la hora desarrollar sus políticas de austeridad y que beneficia, ha denunciado, a los poderes económicos mientras perjudica a los ciudadanos. "En el Congreso se han aprobado gastos para la banca, para las compañías farmacéuticas y para pagar las inversiones militares. No es austeridad, es la ley del embudo: lo ancho para las grandes compañías y lo estrecho para los ciudadanos", ha apuntado.
Asimismo, Llamazares ha asegurado que el modelo de organización que defiende para España Izquierda Abierta y que conseguirá "afrontar el problema social" y dar repuesta a las "demandas nacionalistas de Cataluña, País Vasco y Galicia", es el del Estado Federal, al tiempo que ha criticado tanto al Gobierno de Mariano Rajoy como al de la Generalitat catalana por volver al "debate territorial" en lugar de centrarse en la "cuestión social" que es, a su parecer, el verdadero problema.
"Nosotros no nos vamos a envolver en ninguna bandera para evitar como Mas la crítica a sus recortes ni como Rajoy, para provocar una confrontación territorial y no afrontar un debate sobre cómo salimos de la crisis", ha aseverado.
NECESIDAD DE REVISAR EL EURO
Por último, ha avisado de que Izquierda Abierta tiene previsto abrir el debate sobre el euro y la Unión Europea porque, a su parecer, se ha demostrado que actualmente "más Europa" está llevando a "menos democracia".
"Nos comprometemos a abrir una reflexión en la izquierda sobre el euro, a revisar el euro. Si el euro está contra los derechos sociales y la democracia, no queremos ese euro. Queremos participar en la construcción de Europa, no sólo económica sino democrática", ha dicho.