El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha negado que la UE dude de la credibilidad del presupuesto de España para 2013 y ha sostenido que todos los países reconocen los esfuerzos del Gobierno para reducir el déficit. Guindos ha insistido además en que las negativas previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional sobre España "no están escritas en bronce" y ha anunciado que trabajará para mejorarlas.
El FMI prevé que la economía española se contraiga un 1,5% en 2012 y un 1,3% en 2013 (frente al 0,5% que calcula el Gobierno). Vaticina además que España no cumplirá los objetivos de déficit para este año y el siguiente y sólo logrará situarse por debajo del 3% en 2017.
Estas cifras "son absolutamente respetables pero no están escritas en bronce", ha dicho De Guindos al ser preguntado por si el Gobierno se verá obligado a adoptar nuevos ajustes o a pedir más tiempo a Bruselas para corregir el déficit excesivo. A su juicio, el "mensaje fundamental" del FMI es "poner una nota más negativa" en la evolución de la economía mundial.
Para este año, la previsión de crecimiento del Gobierno (-1,5%) es "prudente" y no puede tacharse de "excesivamente optimista", ha defendido el ministro de Economía. En cuanto a 2013, "el Gobierno tiene que intentar modificar las proyecciones, que son negativas, y hacerlo a través de sus políticas económicas, y no aceptar pasivamente estas proyecciones como algo que viene dado".
Guindos ha sostenido que los socios del Eurogrupo han acogido favorablemente tanto el resultado del test de estrés a la banca realizado por la consultora Oliver Wyman, que cifra la necesidad máxima de capital en 60.000 millones de euros, como el plan de reformas y el presupuesto para 2013 aprobados el 27 de septiembre.
"La valoración que se hizo fue fundamentalmente positiva", ha indicado el ministro de Economía. "No existe absolutamente nadie en las instituciones comunitarias ni en los países que haya puesto en duda lo más mínimo el esfuerzo que está haciendo España para, partiendo de una situación fiscal difícil, corregir sus cuentas y hacerlo de una forma que sea sensata", ha señalado.
EL GOBIERNO ACUMULA INFORMACIÓN SOBRE EL RESCATE
De Guindos ha eludido de nuevo precisar cuándo tiene previsto decidir si pide o no el rescate para activar el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE). Pero por primera vez ha admitido que el Gobierno "va acumulando información al respecto de lo que son las implicaciones".
La decisión sobre el rescate "es extremadamente importante y sensible". A la hora de decidir, el Gobierno de Mariano Rajoy tendrá en cuenta "lo que es mejor para la economía española" pero también "el entorno de la eurozona".
En todo caso, Guindos ha reiterado que la prima de riesgo que paga España por financiarse sigue "elevada", lo que perjudica sobre todo a las empresas, y que alrededor de 200 puntos, como ha dicho el FMI, no son atribuibles a las políticas españolas sino a las dudas que persisten sobre la irreversibilidad del euro.
"Tenemos que actuar haciendo la parte de España, de las reformas, de la reestructuración bancaria, de la reducción del déficit público, pero también en la parte de resolver los problemas que existen en el entramado institucional del euro", ha insistido.
Para lograrlo, ha alegado es necesario seguir avanzando en la unión bancaria, fiscal y política. En el primer capítulo, Guindos cree que pese a las "dificultades" existe voluntad de avanzar hacia la creación de un supervisor único en todos los Estados miembros.
El ministro de Economía ha explicado que ha hablado durante el Eurogrupo con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, pero que no se ha abordado en las reuniones la cuestión de si la capitalización bancaria tendrá o no carácter retroactivo.