El éxito del primer lanzamiento de un cohete iraní al espacio preocupa a los gobiernos de EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania, representados en la reunión de Wiesbaden, ya que abre la posibilidad de que el régimen de Teherán fabrique misiles de largo alcance.
La reunión, de carácter reservado y consultivo, se celebra a nivel de “directores políticos” de las respectivas diplomacias, según anunció la semana pasada el Ministerio germano de Exteriores.
El polémico programa nuclear iraní y el lanzamiento de su primer cohete al espacio fue tema de conversación ayer en Washington del ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, con la nueva secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
Steinmeier no ocultó su alarma por el lanzamiento del satélite por parte de Irán, ya que demuestra que posee “capacidades tecnológicas que requieren urgentemente la intensificación del diálogo entre nosotros”.
Clinton, por su parte, subrayó que si Teherán no cumple las condiciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU para detener su programa nuclear “tiene que haber consecuencias”.
Las ya periódicas reuniones de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania para tratar sobre el programa nuclear iraní persiguen presionar a Teherán para que muestre mayor transparencia sobre esas actividades y evitar que desarrolle armas atómicas.
Erollar misiles de largo alcance. Por otra parte, la alarma por el lanzamiento de un satélite por parte de Irán dominó las primeras reuniones de Hillary Clinton como secretaria de Estado de EEUU, cuyo Gobierno teme que con esa tecnología Teherán desarrolle misiles de largo alcance.
Clinton se encontró primero con su colega británico, David Miliband, y posteriormente con el alemán, Frank-Walter Steinmeier.