“Tenemos un mundo que conquistar. Francia, que no tiene petróleo, que no tiene gas, se va a convertir en un país exportador de energía. Esa es la ambición”, aseguró Sarkozy en la ciudad donde se levanta el primer reactor EPR en Francia, en Flamanville, al noroeste.
El presidente hizo estas declaraciones poco después de haber autorizado la construcción de un segundo reactor de tercera generación en Penly, al noroeste del país.
Esa decisión le supuso al presidente muchas críticas de la parte de grupos ecologistas contrarios a la energía nuclear.